Las rabietas gremiales

Mientras que la evidencia, la comparación entre países y el paso del tiempo invitan a revisar la asignación legal de funciones a cada categoría profesional; en otros sitios se reúnen los que mandan quieren mandar y publican declaraciones del tipo “no me quites lo mio”.

Resulta que el sindicato Metges de Catalunya y el Consejo de Colegios de Médicos de Catalunya ha publicado una nota conjunta que solicita:
Detener la asignación de competencias exclusivamente médicas no delegadas a otros profesionales de los equipos asistenciales y revisar los protocolos y herramientas informáticas que promueven este traspaso de funciones en la gestión de la demanda asistencial espontánea o urgente“. ¡Toma ya!

Y de repente nos acordamos de aquel artículo de Vicente Ortún en el que hablaba alto y claro de división de funciones por profesiones:

Solo con una división del trabajo que atienda a la capacidad resolutiva y que se olvide de gremialismos podrá conseguir las imprescindibles economías de escala, de gama y de aprendizaje que la atención a crónicos y agudos requerirá.”  

Raro es el órgano, aparato, función, técnica, parte del cuerpo (¿la nalga tal vez?) que escape a las disputas gremiales. El seguimiento de un enfermo VIH+, el control de un polipatológico o de un diabético deber hacerlo el profesional con mayor capacidad resolutiva: aquel que consigue mejores desenlaces a igualdad de recursos sociales empleados.


O como recuerda Juan Gervas y Mercedes Pérez, en el libro La refundación de la atención primaria, “en Suecia los DIU los ponen las enfermeras de primaria, en Portugal los médicos generales y en España los ginecólogos en los hospitales públicos/consultas privadas“. Os recomendamos la lectura completa del capítulo que hemos enlazado para así conocer mejor los casos de un aborto voluntario y un paciente con insuficiencia cardiaca que incluyen los autores y que complementan perfectamente lo que contamos.

¿Cuando llegará esa revisión de las funciones de cada profesión? ¿Llegaremos al territorio shojinka? ¿O es que a nadie le interesa tocar las fronteras del poder? Y aunque hemos hablado de la frontera medicina/enfermería, hay muchos más casos como enfermería/técnicos o auxiliares de enfermería con celadores. Y las situaciones kafkianas se repiten día a día, transformando procesos sencillos en piruetas complejas y olvidando que como sistema sanitario debemos ser resolutivos.


Al final, hay más peleas y protestas por defender territorios individuales (o gremiales) que por mejorar la atención al paciente. Y es una pena…

4 comentarios

  1. Como enfermero corroboro un millar de hechos semejantes. Pero no conviene perder vista el aspecto “sindical” de la cuestión. Se trata de una defensa del puesto de trabajo, sólo un poco más cerril que la de los obreros que hacen lo mismo, aunque éste sea tóxico para ellos y sus familias (nucleares y otras). El trabajo por encima de todo. El Ortún economista se limita a defender la racionalidad económica del mayor beneficio, que aporta la productividad, de la mano de las tecnologías y la optimización de los procedimientos. Cuando el SNS entra en la lógica mercantil el “beneficio” es todavía menos social. El día a día no deja de mostrarme cuanta irracionalidad hay en la gestión de un Área Básica, pero siempre acabo preguntándome a quien perjudicó lo que hice o lo que propuse (y a veces me aceptaron). Bajo un determinado sistema las “mejoras” que se nos ocurren “abajo” o a los gestores de “arriba” son siempre las ideas del propio sistema.

  2. Trabajando en Salud Pública te puedes imaginar lo que hay. La multidisciplinaridad por definición, que debería ser la Salud Pública, tiene unas luchas gremiales y unos clasismos brutales.

  3. Es sólo una cuestión de dinero. Hay unos señores, que ganan más, pero el 90% de su trabajo es muy fácil. Y otros pobrecillos, que querrían ganar, más, haciendo eso fácil que hacen los oligarcas del conocimiento que se apoderaron del poder y la competencia mediante exámenes y carreras universitarias. En África un cirujano enseñó a amputar piernas a unas monjas porque él sólo no podía con todo el trabajo. Cualquiera puede hacer lo que hacen esos que cobran 300 Euros, solo hay que enseñarle. No necesitas arquitecto, un albañil jubilado construyó una catedral. No necesitas que el notario sea abogado, su secretaria hace casi todo el trabajo y debería cobrarlo. Al médico se le necesita sólo para ese 10% de casos más difíciles. Puedes contratar a enfermeros por menos dinero. Toma gestión, puede dejar que todo lo hagan auxiliares o técnicos. Toma ahorro. No hay límites. Si sabes hacerlo, amputa piernas.

  4. Bravo como siempre, Miguel Angel. Y luego todavía decimos que la sanidad se está centrando en el paciente …

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