Telemedicina: Ni más ni menos, pero diferente



Estamos rodeados de miles de tendencias en el campo sanitario, principalmente alrededor de las ¿nuevas? tecnologías y de la web 2.0, pero quizás la moda y el deslumbramiento nos cieguen de vez en cuando. ¿Por qué? Pues sencillamente porque perdemos el norte y ni siquiera sabemos que objetivo tiene lo que estamos usando.


Un gran ejemplo es la sempiterna telemedicina, que lleva décadas con nosotros. Si bien muchos profesionales (y organizaciones) ponen en marcha iniciativas de este tipo pensando en mejorar la atención al paciente, otros creen que la telemedicina sirve para ahorrar trabajo y reducir las listas de espera en atención primaria, y se centran exclusivamente en ese objetivo. Incluso los hay que temen que la telemedicina promueva un comportamiento opuesto: más carga de tranajo.

Puede que haya experiencias que reduzcan o incrementen ligeramente las visitas al profesional de atención primaria, pero no es lo habitual. De hecho, uno de los últimos artículos (“Impact of telehealth on general practice contacts: findings from the whole systems demonstrator cluster randomised trial“) sacado del horno del proyecto “Whole System Demonstrator“, deja muy claro que: 

In this study, the use of home based telehealth for people with chronic disease did not appear associated with changes in the frequency with which people contacted general practitioners and practice nurses. This suggest that fears that the widespread increase in the use of this technology may increases the burden on primary are unfounded. Conversely, we did not find evidence that telehealth led to a significant reduction in GP workload. We note that the way that telehealth impacts on primary care roles may be influenced by a number of other features in the health system. The challenge is to ensure that these systems lead to better integration of care than fragmentation.

En resumen, la telemedicina no afecta a la carga de trabajo ni a la frecuentación en atención primaria. Sencillamente es una forma diferente y más cercana y ágil de monitorizar al paciente crónico y conseguir una comunicación más fluida. Buscar más pies al gato parece más una excusa que otra cosa…


Un comentario

  1. Este post me sugiere muchas preguntas:
    – ¿Estamos midiendo los indicadores correctos?
    – ¿No será que estamos concibiendo la telemedicina para únicamente hacer lo mismo de siempre de forma telemática? ¿No somos capaces todavía de imaginar que la telemedicina puede ayudarnos a hacer cosas diferentes de forma diferente para conseguir un mismo objetivo?
    La evolución de la telemedicina está atravesando la misma evolución que otros sectores. Si miramos al plástico, comenzó imitando en aspecto a la madera para poco a poco explotar todas las formas, colores y texturas que permitía el material. Pero lo primero fue imitar.
    O los contenidos e-learning, por poner un ejemplo tecnológico. En sus comienzos el e-learning no pasaba de ser una distribución de contenidos por la red (e-reading). En una segunda fase se fueron incorporando herramientas multimedia (video, sonido, imagen, texto, animación) para mejorar la apariencia gráfica y la interactividad de los contenidos. Pero seguía prevaleciendo la tecnología sobre la pedagogía con los esperables efectos negativos que supuso esto para el objetivo: formar. Hasta que finalmente la industria se planteo que quizás no todo era tele-formable, que para evolucionar era necesario utilizar estándares técnicos y de diseño de contenidos, que el papel del docente cambiaba y surgían nuevos perfiles (dinamizadores, facilitadores…), que surgía la necesidad de nuevos productos o servicios para los estudiantes y docentes, etc, etc, etc.
    Creo que en telemedicina todavía estamos en la fase 2, pero es inevitable pasar por esta fase. Solo espero, como paciente crónica que soy, que no nos cueste mucho dar el salto…
    CONCLUSIÓN: ¿Qué estamos midiendo? ¿Si ahorra tiempo al médico? Es que quizás el médico ya no tenga que hacer ciertas cosas… Pensemos en TRANSFORMACIÓN , porque con la mera SUSTITUCIÓN no llegaremos muy lejos…

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