Transparencia: nada por aquí, nada por allá


¡Son los datos! Estamos sufriendo una crisis de datos, un problema que se originó cuando la autoridad sanitaria decidió dar cierta manga ancha a los servicios de salud respecto de la información a suministrar y de su equivalencia. El resultado se ve estos días: aún nadie se ha puesto de acuerdo en la capita, el pago por paciente, el coste por cama o la bondad de un modelo u otro. Pero hoy no hablaremos de eso, pero sí de los datos y de la transparencia.

La transparencia con la sociedad es la protagonista de diversos artículos e informes relacionados con las mejoras que necesita el sistema sanitario. Y es totalmente cierto: mientras el ciudadano no tenga acceso sencillo a todos los datos que le permitan conocer, analizar y comparar indicadores de calidad, funcionamiento y eficiencia del sistema sanitario, seguiremos como hasta ahora. Aunque, y todo hay que decirlo, con esos datos en la calle será necesario que los medios sepan de que hablan y así se eviten problemas como los que cuentan en el blog Más allá del microscopio. Un buen ejemplo de transparencia nos lo cuentan en este artículo de The Economist acerca de los datos de receta farmacéutica en Inglaterra.

Sin embargo, también es necesario que esa epidemia de datos vaya hacia el interior de las organizaciones. Son necesarios datos (fiables, accesibles, a tiempo y útiles) para la gestión y para la competencia interna, datos que permitan saber la mortalidad, el gasto, las estancias, los consumos, los reingresos, etc. de cada servicio. Muchos datos se suministran pero casi como un secreto, y la clave está en que sean abiertos y cualquiera pueda consultarlos, tanto profesionales como ciudadanos. Tener más datos ayuda a trabajar mejor, aunque también puede generar miedo o resistencia en los profesionales, los gestores y los políticos (en algún caso abrir datos implica perder poder).

Lógicamente también debe realizarse dicha publicación por centros. Conocer datos reales de cada centro (para evaluar su gestión), y así poder evitar problemas como el caso del Hospital de Stafford que tuvo unas elevadísimas tasas de mortalidad intrahospitalaria, y cuyo informe final se espera para dentro de unas semanas. De hecho, la investigación que se realizó ya fue comentada en Saludconcosas en el post “¿Demasiada transparencia es mala? El caso del Stafford Hospital“. Sin embargo, que en nuestro país no haya noticias de ese tipo, no sabemos si se debe a que no ocurren cosas así o a que, como hay pocos datos, no se sabe si pasa o no.

La puerta se queda abierta, ahora solo queda que no nos tiremos los datos a la cabeza y aprendamos a vivir en un mundo transparente…

13 comentarios en “Transparencia: nada por aquí, nada por allá”

  1. Totalmente de acuerdo, Miguel Ángel. Por lo general, tenemos la mala costumbre de ser poco transparentes en todos los aspectos. Alardear de los éxitos, evitando hablar de nuestros fracasos suele ser la tónica general. Hemos sido educados bajo el lema: "los trapos sucios se lavan en casa"…
    En mi opinión, la publicación de indicadores, de resultados en Salud y comparaciones intra e inter centros podría ser la opción más rica para seguir avanzando. Y el fomento de la competitividad y la crítica constructiva, dos de los instrumentos más potentes para ello.
    Pero claro, para esto, como para otras muchas cosas, tenemos que abrir la mente…
    Buena entrada! Impecable, como siempre.
    Besos!

    1. Abrir la mente… ¡y trabajar! ¿Qué cuesta más?
      Mucha gente cree que la transparencia se utilizará para buscar (y castigar) culpables en vez de para mejorar y no volver a repetir errores. El problema es que a veces sí se usa para lo primero… 🙁

  2. Cierto Miguel Ángel, pero no creo q nos guste tanto el oscurantismo , muchas veces es por miedo a llevar esa “etiqueta” puesta como fracaso total, en una sociedad como la nuestra, que al parecer estamos educados solo a conseguir el éxito por encima de cualquier precio, sin tener en cuenta que el fracaso forma parte del aprendizaje y de la valentía de superación. En fin….. ¿La etiqueta o reconocer el error?……..

  3. Efectivamente Miguel carecemos de información no sólo "macro" sino que en "meso" y "micro" gestión muchas veces el sistema de información es insuficiente o no interesa que se conozcan los datos… Es muy triste ver cuanto se gasta en sistemas de información y lo poco accesibles o disponibles que están los datos que nos podrían ayudar a tomar mejores decisiones.

  4. Eso lo tenemos por naturaleza,o al menos eso es con lo que un bebe nace con "transparencia" Normalmente un niño dice lo que piensa solo hasta el momento que se le enseña que algunas cosas no se deben contar como lo de "los trapos sucios se lavan en casa" y asi vamos adquiriendo el hábito de no ser tan trasparentes.
    Eso depende un poco tambien de la cultura y enseñanza de cada individuo en su entorno familiar.

    Un saludo

  5. Comparto tu opinión Janeth sobre los hábitos adquiridos en nuestras etapas de desarrollo y el entorno que nos rodea, pero también es cierto que los adultos podemos hacer buen uso del juicio sano y podemos hacer distinción de los actos (positivos, no positivos, correctos , no correctos, justo, no justo) en cambio un niño no.

  6. Yo introduciría el matiz del tiempo. Mejor dicho, de la falta de tiempo. Es la única razón por la que, por ejemplo en mi servicio, no podemos elaborar la ingente cantidad de datos de que disponemos y que, en bruto, no sirven para nada. Me sabe tan mal como desperdiciar la comida (que en mi casa es "delito federal")

  7. Hola, interesante tu articulo pero de donde sacas esta informacion? Que fuentes son als que avalan dicho articulo? Si bien es interesante y lo retwitie ademas de compartirlo en mi facebook, me suena raras algunas cosas, igualmente sigo suscripto a tu blog. Saludos

    1. Hola! No entiendo a que te refieres respecto a las fuentes. Lo que esta enlazado son las fuentes, el resto de opiniones son mias. no obstante, si alguna te parece incorrecta, dimelo y te buscare mas info al respecto.
      Gracias!

  8. Este artículo acerca de la trasparencia viene muy al cuento. Bajo mi opinión este es un hecho, que muy poca gente se atreve a identificar Y reconocer. Cada persona se forja una opinión según su ideología, o según afirman sus ideólogos, y realmente no se para a reflexionar sobre los datos. Y está claro, que si son más bien pocas, las personas interesadas en saber, el saber no "sale a la luz"

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll al inicio