Hace unos días The Lancet publicó el informe “The Lancet Commission on lessons for the future from the COVID-19 pandemic“. Una lectura muy recomendable para entender la evolución de la pandemia y para conocer la efectividad de las diversas medidas que se llevaron a cabo en varios países del mundo.
Aunque el informe se centra principalmente en la visión epidemiológica y de salud pública, hay algunas consideraciones que afectan a la meso y microgestión. Por ello, vamos a dejarlas aquí.
Señalan en el informe que la respuesta a la pandemia por parte de muchos gobiernos estuvo dirigida por consideraciones políticas y hospitalarias (dado que muchos directores de hospital estaban en los comités de respuesta) más que por consideraciones epidemiológicas y especialistas en salud pública.
Las recomendaciones son muy generales pero merece la pena leerlas para recordar cuales deberían ser los objetivos de cualquier sistema de salud. Lo primero: salud pública y cobertura universal de salud. Además, se destaca la importancia de la visión comunitaria (a menudo olvidada en hospitales) recalcando la necesidad de potenciar las relaciones con las comunidades locales y las organizaciones comunitarias.
Hay una referencia clara a la creación de cadenas de suministro sólidas, que eviten problemas de aprovisionamiento en determinados productos o materiales. Un ejemplo que parece útil son las reservas estratégicas, que ya comentamos en esta entrada. La otra cara de la moneda es la actual legislación en materia de compras, que quizás no favorece mucho esta propuesta de la Comisión.
La educación y la comunicación juegan un elemento esencial en el informe. Se destaca la necesidad de potenciar la educación sanitaria, la comunicación sanitaria (esencial y muchas veces olvidada o en un segundo plano) así como las estrategias para abordar la desinformación en redes sociales. Es muy necesario asimismo que existan mecanismos ágiles de síntesis y difusión de evidencia.
Aunque el objetivo de los planes frente una pandemia es principalmente el control de su expansión, hay otros factores que deben ser muy tenidos en cuenta: problemas de salud mental, apoyo social a personas en situación de exclusión, etc. Las cadenas de atención y apoyo a estos colectivos deben ser tenidas en cuenta a la hora de diseñar los planes de acción.
Una de las apuestas más claras del informe es la importancia de los modelos centrados en la atención primaria de la salud que permitan garantizar que los pacientes tengan acceso a una atención de calidad para los problemas de salud relacionados y no relacionados con la pandemia, incluida la salud mental. Olvidar esa visión en los sistemas sanitarios tiene un impacto en los resultados en salud que no podemos obviar.
Sin duda, la lectura del informe completo es muy interesante. En esta entrada nos hemos centrado en los comentarios y recomendaciones más relacionados con la gestión sanitaria (aunque todo está relacionado). Ya lo comentamos en esta entrada “El gerente y los determinantes sociales de la salud“