Hace un año hablamos de liderazgo y poesía en el blog. Y hoy volvemos a hablar de poesía… En aquel post de 2020, recogimos algunas reflexiones sobre el liderazgo y además pedimos a algunos amigos sus recomendaciones de poemarios para gestores sanitarios.
¿Y por qué hablamos de nuevo de poesía? Hace unos meses se falló el Premio de Poesía Hiperión, y el libro galardonado fue “Servicio de lavandería” de Begoña M. Rueda. Este libro tiene una particularidad muy llamativa: la autora trabaja en la lavandería de un hospital público de Andalucía (Hospital Punta Europa de Algeciras) y en sus poemas “evocan la labor en la lavandería de un hospital“, tanto en época prepandémica como durante la pandemia.
Temas como las mascarillas, la actuación del ejercito, los aplausos de las 8 de la tarde y la visibilización del personal de lavandería o limpieza, aparecen en el libro. Una forma de mostrar las mil realidades que hay en un hospital, alrededor de la salud.
En esta reseña de la web Zenda Libros incluyen varios poemas del libro, así que os dejamos aquí con uno de los poemas de Begoña M. Rueda:
En la lavandería del hospital donde trabajo
la ropa de los enfermos, la ropa
de los que o regresan de la úlcera
o se dejan amarillear por la muerte,
se amontona en bolsas a las siete de la mañana.
Dos lavadoras industriales
bastan para blanquear la ropa de las heces
y de la sangre que podría ser mi sangre, mi miseria
podría ser, algún día, un camisón
cubierto de vómito
de los que una vez lavados lucen como nuevos,
bendita sea mi vida, bendita mi salud
porque algún día, quizás, podría ser mi miseria
un camisón.
En este artículo de El Diario también incluyen algunos poemas, como este:
Ayer planché la ropa / del que ahora sacan a cuestas entre cuatro. Lavé sus sábanas, doblé su pijama, le apañé una almohada. / Esto somos. / Corre el viento de levante y una lluvia fina / repiquetea sobre su ataúd.