Los datos: ni cerrados ni anticuados

Datos, evidencia, calidad, salud… la base de (casi) todo son los datos. Y además los datos permiten realizar análisis cómo el que comentamos hoy. Resulta que Nuffield Trust publica en su web un breve análisis sobre las derivaciones de pacientes por parte de los médicos de familia a los especialistas de hospital en el NHS. Los datos muestran una reducción drástica de dichas derivaciones a partir de mediados de marzo de 2020.

¿Y por qué hablamos de estos datos y estas gráficas? Es muy sencillo: el nuevo modelo de derivación, denominado NHS e-Referral Service, cuenta con un portal específico de datos para conocer la actividad semanal por especialidad, territorio y hospital. Es decir, cualquier persona interesada puede consultar la información, comparar centros o, incluso, realizar un análisis de los datos. Y además los datos son recientes (los últimos de junio de 2020).

Llega el momento de ser sinceros: poder acceder a este tipo de datos abiertos nos da mucha envidia. Establecer sistemas de información potentes, homogéneos y además compartir posteriormente la información (como hacen en la web de datos que tiene el NHS) es casi una obligación por parte del sistema sanitario público. Transparencia, gobernanza y confianza son 3 elementos clave de una buena gestión sanitaria y también de una política orientada al ciudadano. Y no nos damos cuenta…

En estos últimos años hemos ido mejorando en el entorno del SNS, pero vamos lentos (de hecho en el portal estadístico del ministerio hay algunos datos cuya última actualización corresponde a 2017). Los portales de información son muy diversos, la publicación de la información no suele ser ágil, y hay datos que nunca se llegan a conocer del todo o se conocen demasiado tarde. Quizás esta crisis provocada por la pandemia de covid-19 nos ayude a darnos cuenta de la importancia de los sistemas de información para mejorar la salud de la población y de la necesidad de compartir y difundir los datos y de su interconexión (e interoperabilidad).