Tenemos un plan (para la salud digital)

Hace unas semanas se publicó en la web del Ministerio de Sanidad la “Estrategia de Salud Digital del Sistema Nacional de Salud“, un documento que pretende ser un marco de referencia para la transformación digital del sistema sanitario. Se puede leer a través de este enlace.

Aunque se trata de un documento extenso, queremos destacar aquí alguna de sus características para que se entienda claramente su alcance. Los objetivos estratégicos que se persiguen son los siguientes: capacitar a las personas en el cuidado de su salud, maximizar el valor de los procesos, adoptar una política de gestión de datos que permita crear un Espacio Nacional de Datos de Salud y desarrollo de la medicina 5P (Poblacional, Preventiva, Predictiva, Personalizada y Participativa).

Si nos centramos en la parte operativa, es decir, cuales son las líneas de actuación de la estrategia, surgen tres líneas que permiten articular todos los proyectos y actividades que se van a realizar:
– Desarrollo de servicios sanitarios digitales (telesalud, promoción de la salud, etc).
– Interoperabilidad de la información sanitaria (¿por fin?).
– Impulso a la analítica de datos.

El pasado 3 de febrero, la SEFH organizó un webinar para hablar de la Estrategia de Salud Digital. Me pidieron que enfocara mi ponencia en hablar sobre la estrategia desde la gestión sanitaria, y eso hice (sin powerpoint). Estos son los 9 puntos clave en los que basé la intervención:

  1. Evaluación de tecnologías. No olvidar el análisis de seguridad, eficacia y eficiencia de los proyectos y herramientas. Hay que evitar el entusiasmo, ya que a veces nos ciega. Alianzas con las agencias de evaluación.
  2. La importancia del plan B: brecha digital. Debemos tener una opción viable, segura y efectiva para pacientes que no utilicen estas herramientas. Centrarse exclusivamente en medios digitales puede generar desigualdades.
  3. Además de una estrategia, es necesario promover un cambio cultural para políticos, decisores, directivos y mandos intermedios. Se trata de algo barato, pero muy difícil.
  4. Inteligencia de compra. Hay que tener en cuenta la interoperabilidad y la conexión de la tecnología con la historia electrónica en los procesos de compra y en los pliegos de contratación. No se puede permitir que se compren equipos de diagnostico, por ejemplo, que no vuelquen la información directamente.
  5. La importancia de la implementación y el seguimiento. El proyecto de Historia Clínica Digital del Sistema Nacional de Salud empezó en 2009 y tardó 9 años en implantarse en todos los servicios de salud. ¿Nunca ha sido del todo prioritario?
  6. Rediseño de procesos basados en la tecnologías: más allá de digitalizar, hay que adaptar los procesos. Además, es necesario incorporar las nuevas herramientas en guías, protocolos, etc.
  7. Participación de pacientes y profesionales en rediseño de procesos y sistemas tecnológicos asistenciales, de monitorización y diagnóstico. Además, debe permitirse que los datos de los pacientes se puedan incorporar a la historia.
  8. Reto de mejora de la coordinación: sin información compartida no hay coordinación. Solo hablamos de atención primaria y hospitalaria pero dejamos fuera a los servicios sociales (en la estrategia solo hay una breve referencia: “establecer mecanismos de relación con los servicios sociales“).
  9. La calidad del dato depende de los estándares y de la interoperabilidad. ¿Sería necesario crear un marco común basado en una norma legal? En muchos servicios de salud, la información compartida entre centros del mismo territorio sigue siendo limitada.

La Estrategia tiene elementos muy positivos, aunque su impacto final va a depender de la implementación y del tipo de proyectos que se pongan en marcha. Algunas de esos elementos son: la propia existencia de una estrategia, la importancia del dato (quizás el eje más importante de la estrategia), el énfasis en la interoperabilidad y uso de datos para inteligencia sanitaria, el concepto de Historia de Salud Digital (HSD), los nuevos (y muy necesarios) perfiles profesionales, la incorporación de herramientas de toma de decisiones y análisis y el intento de abarcar a todos los agentes del sistema.

Ahora solo queda que las cosas salgan bien…

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