La palabra “equipo” lo soluciona todo. Hay muchos mitos alrededor de este concepto y de hecho sigue siendo complejo encontrar una definición adecuada. Pero su ausencia se nota, de hecho algunos estudios apuntan a que el 70% de los errores se deben a deficiencias relacionadas con el trabajo en equipo. Un estudio desarrollado en el ámbito del NHS apuntaba a que el 90% de los profesionales decía trabajar en equipo pero solo el 40% indicaba que su equipo compartía objetivos y se trabajaba de forma interdependiente. Y es que trabajar en un entorno con más personas no siempre es sinónimo de trabajar en equipo.
La revista Human Resources for health ha publicado una revisión sistemática sobre las intervenciones dirigidas a mejorar el nivel de trabajo en equipo en el ámbito sanitario (“Interventions to improve team effectiveness within health care: a systematic review of the past decade“). La revisión muestra los resultados agrupados en cuatro grandes categorías de intervenciones: formación, herramientas, rediseño de la organización y los procesos y programas multimodales (que combinan algunas de las tres categorías anteriores).
En el apartado de formación ha sido muy evaluada la efectividad de métodos como TeamSTEPPS, una estrategia de la AHRQ dirigida a mejorar habilidades de comunicación y trabajo en equipo con el objetivo de optimizar los resultados asistenciales. También ha sido evaluada la formación basada en el modelo CRM, que busca mejorar habilidades no técnicas como el liderazgo, la toma de decisiones, etc.
Sin embargo, la modalidad de formación más analizada en estos últimos años es la simulación, tanto en entornos similares a los reales, como con el uso de actores o muñecos. Con esta modalidad se consiguen mejoras tanto en habilidades técnicas como no técnicas.
En cuanto a las herramientas, destacan algunas muy conocidas como la SBAR (Situation, Background, Assessment, and Recommendation) que se centra en mejorar la comunicación entre profesionales de un equipo en relación con el paciente (transiciones, ingresos, altas, etc). Otra muy analizada y con un alto nivel de evidencia es el checklist, principalmente en el entorno quirúrgico.
En cuanto a las estrategias asociadas al rediseño de la organización o de sus procesos, se analiza el papel del liderazgo, el diseño de los puestos de trabajo, delegación de tareas entre profesionales o estandarización de procedimientos. La evidencia es muy variable ya que es la herramienta analizada depende mucho del contexto, y eso impide su difusión automática a cualquier entorno o unidad. Sin embargo, las experiencias incluidas en la revisión son muy interesantes.
Quizás hablar de trabajo en equipo siga siendo como la humanización, que cada uno entiende una cosa diferente. Pero es cierto que el equipo y su funcionamiento son un eje esencial para lograr mejores resultados asistenciales, y son un elemento clave en los centros con mejor desempeño. Eso sí, nada de obsesionarse con el desarrollo de las mejores habilidades técnicas, porque detrás del desempeño de un equipo hay mucho más: personalidad de cada miembro, comunicación, confianza, respeto, aprendizaje común, trabajo interdisciplinar y, sobre todo, buen liderazgo (bien sea individual o colectivo).
En cuanto pueda comparto lo que investiga y sabe un compañero enfermero en psicología social al respecto… Aunque sea en una vídeoentrevista charlando sobre el tema 😉
el trabajo en equipo significa poder superar las metas mas facilmente, no hay ninguna empresa que pueda alcanzar metas sin un buen equipo siempre detras. que opinais vosotros?