¿Cuantas personas leen tus tuits?

La publicidad, el marketing y la comunicación colapsan nuestro día a día y nuestro entorno (vallas, anuncios, campañas, banners, etc). Todos los anunciantes buscan llegar al máximo número de personas y, pese a la segmentación, son los números los que cuentan.

Un ejemplo que nos hace mucha gracia es en twitter. Las webs de medición de alcance dan cifras tan utópicas como falsas. Veámoslo con un ejemplo práctico:

El Ministerio de Sanidad (68003 seguidores) lanza un tuit con un mensaje sobre hábitos de vida saludables. Dicho tuit es retuiteado por tres cuentas: Casa Real (21780 seguidores), EU Health (6253 seguidores) y Vicepresidencia del Gobierno (15850 seguidores). La cuenta es sencilla, ya que el alcance teórico es la suma de todos los seguidores de las cuatro cuentas: 111.886 seguidores. O al menos eso dicen las típicas webs de medición.


Sin embar5go, anunciar a bombo y platillo que el tuit (y el mensaje que incluye claro) ha llegado a 111.886 personas no es del todo cierto, ya que eso sólo ocurriría si todas esas personas estuvieran leyendo su twitter en ese momento, cosa que no suele ocurrir como cuentan en este artículo de El País. Y más aún cuando un mensaje, al pasar una hora o dos, pasa al limbo tuitero. Por eso, cuando un evento anuncia un alcance de más de 500.000 personas, hay que coger ese dato con pinzas. ¿Qué porcentaje de ese número es el alcance real? ¿Un 5%? ¿Un 10%?

Una solución más sencilla sería incluir algún enlace en el tuit y analizar cuantos clicks llegan de twitter, aunque hay más posibilidades. Aunque en ese caso, tampoco hay garantía de que se haya leído (y mucho menos entendido) el mensaje. Algo parecido a los visionados de un vídeo, sobre todo si dura más de 10 minutos: ¿cuantas personas llegan al final? 

Por eso es necesario evitar dar datos sin más, pensando en la cantidad y no en la calidad del alcance. Aparecer en el timeline de alguien no implica que nos lea, de hecho lo más probable es que no lo hagan. Pero la tenacidad y la persistencia pueden tener sus frutos: el unfollow o el éxito. 

Seguramente, cuando lanzamos un mensaje en twitter, ocurre algo parecido a lo que nos cuenta en clave de humor Adobe en este vídeo sobre los anuncios de la Super Bowl (lo hemos encontrado en Mis gafas de pasta):

Nota: la imagen es de la cuenta oficial de Twitter en Flickr.

17 comentarios

  1. Miguel Ángel, es cierto lo que expones si bien hay herramientas que hacen un análisis más complejo y completo de las publicaciones. La cuestión es la cantidad de los análisis que se anuncian a bombo y platillo donde ni siquiera se cita la herramienta utilizada.
    En este campo, como en todos los relacionados con la publicidad, se irá avanzando poco a poco, al menos técnicamente, otra cosa será que se utilicen o no los datos reales o se quiera seguir dando una visión parcial de la realidad aprovechando la falta de conocimiento de aquellos que leen la noticia o informe final.

  2. Twitter es mi gran batalla perdida casi ya, no consigo controlar ni los 140 caracteres ni como me llegan las entradas de los demás, no lo entiendo desde ningún costado.
    Quizás algún día lo consiga pero para mí es tan complejo como conocer todos los pueblos de Soria o Teruel,
    http://bit.ly/KmGwCw

  3. Hola Miguel, como siempre tarde pero llego…

    ¿Sabes aquel que dice "no se especifica tasa de respuesta"? pues todo esto que comentas tiene su importancia académica… o no… Lo cierto es que cuando hacemos difusión de un trabajo de investigación basado en una encuesta por twitter una de las métricas clásicas a incluir (la citada) 'desaparece' porque aunque tengas un enlace ¿Cómo lo operativizas?
    Dando por supuesto que no puedes saber cuanta gente lee los tuits; si "cuentas" como lectura cada clic como en el enlace de la encuesta en la mayoría de las herramientas no puedes diferenciar entre encuestas terminadas y encuestas iniciadas… En fin, que twitter te permite llegar a más gente pero seguramente si quieres evitar incomodidades con los revisores posiblemente necesites emplear herramientas algo más complejas.

    Supongo que Miguel del Fresno (@Yo_antitwitter) o @recuenco tendrán algo más concreto que decir al respecto…

  4. Comprobar que no todos los RTs son orégano es tan fácil como incluir un enlace erróneo en un tuit publicado por algún "tuitero relevante". De todos los RTs que se hagan ¿cuántos se darán cuenta de que el enlace no funciona?

  5. Creo que un elemento básico para centrar el debate es el motivo por el que usamos Twitter: personal, profesional, entretenimiento, activismo….Si nos referimos al ámbito profesional, para mi (cada cual tiene los suyos) hay dos motivos: obtener información relevante de gente relevante a la que sigo y comunicar cosas que creo pueden ser de interés para mis colegas. Twitter por si mismo no podría cumplir estos objetivos, necesita para ello del blog: Alguien ha dicho que el blog es como si fuese nuestra tienda y Twitter nuestro agente comercial que trata de atraer clientes. Una vez dicho esto, no me importa tanto cuantos me siguen o porcentaje de retuiteos, sino qué personas relevantes para mi me siguen y cuales de ellas retuitean algo que he publicado. En definitiva: lo más importante para mi es la calidad de los seguidores y no la cantidad (aunque esta sea bien venida).

  6. Medir el impacto de un tweet en función del número de followers me parece un error de principiante en redes sociales y que denota la falta de conocimiento de esta red social. Si tuviéramos un embudo de conversión en el que se pudiera medir el número de personas que leen el tweet, los que hacen click, los que profundizan en la información y los que modifican el hábito de salud, supongo que nos quedaríamos en el 0,000…% ¿Estamos sobrevalorando el impacto de las campañas de salud en redes sociales? Sobre todo en Twitter, en el que es difícil segmentar a los destinatarios.
    Gracias por la reflexión provocada 🙂

  7. En cuestiones de métricas el error suele estar en la forma de interpretar la métrica y no tanto que en la métrica en si. No se puede medir el número de personas que leen un tuit, igual que no se pueden medir el número de personas que leen un periódico o el número de gente que ha visto un anuncio en tu web o cuantos han leído tu artículo científico. Podemos obtener aproximaciones y lo que muchos llaman alcance de un tuit no es más que su alcance potencial, y en muchos casos ni aún así es un término del todo exacto.

    Generalmente el alcance potencial se mide mide en base al número de seguidores que tiene el usuario que ha emitido el tuit y los que lo han retuiteado. Pero esto no deja de ser una aproximación ya que se debería incluir el número de seguidores que tienen las listas donde está el usuario que emite el tuit. Y ni aún así seríamos del todo exactos ya que si el tuit tiene un hashtag que está siguiendo mucha gente deberíamos de medir la gente que está siguiendo el hashtag o que es susceptible de hacerlo en la semana siguiente del envío del tuit (periodo por el que puedes recuperar un tuit por la mayor parte de herramientas de análisis de Twitter).

    Muchas veces para medir lo que queremos saber tenemos que recurrir a métricas indirectas que reflejarán con mayor o menor exactitud lo que necesitamos. En ocasiones nos conformamos o podemos asumir esa inexactitud por el alto coste que supondría tener un valor real. Pero quizá antes de cuestionar las métricas deberíamos cuestionar las preguntas. ¿por qué es interesante saber cuanta gente lee mi tuit? y ser consciente con qué grado de exactitud estás trabajando.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.