Tarde de mesa redonda, escuchando ideas, reflexiones y algunas palabras que suenan a lo de siempre. Es dificil buscar soluciones si el eje donde se apoyan las ideas no cambia… Al final la cuestión fundamental para una reforma sanitaria, o al menos para readaptar las formas de hacer las cosas, no es el tipo de gestión (pública o privada), ni la calidad del gestor, ni los equipos, ni los sistemas de calidad que se implanten; al final todo depende de las ideas que hay detras, de la forma de ver las cosas, del impulso.

Tal vez es el momento de mirar la brujula y comprobar el rumbo que se puede tomar. Los parches no son suficientes… No es cuestión de una estrategia clara, ni de una gestión centrada exclusivamente en pequeños detalles, la clave es impulsar medidas creibles (que muchas lo son) y acompañarlas paso a paso, en todos los niveles, comunicarlas, difundirlas y que el profesional y el paciente se den cuenta que pueden confiar.

Hoy un ponente comentaba que la diferencia entre un hospital público y una concesión administrativa (tipo Alzira) no es el terreno en el que se mueven, sino que trabajan con herramientas muy distintas, y eso marca distancia. Menos mal que aun nos quedan energias para eso y para mucho más.

Y no olvidemos que las normas y las leyes se pueden cambiar… Como todo en este mundo. El límite lo ponemos nosotros, ¿no?

3 comentarios

  1. Creo que nos comunicamos fatal, entre departamentos, entre subdirecciones, no se, yo a veces me pregunto si hablamos el mismo idioma.
    La clave, creo que es un buen equipo, bien coordinado, aunque es tan, tan difícil.

  2. Efectivamente los parches no son suficientes. Desde abajo muchas veces tenemos la impresion de que no jugamos al mismo juego. Los medicos rasos, sin jefaturas, queremos lo mejor para nuestros paciente, y queremos q eso se den las mejores condiciones posibles para el pero tambien para nosotros. Sin embargo mi jefe solo habla de q es un departamento que factura mucho dinero y de que no ve retribuciones a cambio. Y su forma de solucionarlo es intentar que le den otra plaza de residente mas que le cuadre los numeros en las consultas, independientemente de si el servicio tiene capacidad para formarlo. En que momento dejo de ser medico para ser gestor? En que momento empezo a indicar cirugias por productividad en vez de xq ese paciente la necesite de verdad? Y porque encima me tengo yo que sentir culpable por hacer bien mi trabajo y lo correcto con ese paciente?
    La gestion es muucho mas compleja de lo que nos pensamos, pero no hay q olvidar q no gestionamos patatas, sino la salud de las personas.

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