El invierno no es la mejor época para las organizaciones sanitarias. Gripes y catarros por doquier, atascos monumentales en las urgencias hospitalarias y los centros de salud… y curiosamente, todo sigue ocurriendo pese a que son escenarios habituales desde hace décadas. ¿Falta de previsión? ¿Nadie le pone el cascabel al gato? ¿O,cómo diría Javier Padilla, se trata de problemas que se han convertido en características del sistema?
Un equipo de profesionales de atención primaria de Hawick (Inglaterra), del Teviot Medical Practice, decidieron poner en marcha y evaluar una medida sencilla para intentar reducir las consultas en atención primaria de pacientes con resfriados o catarros comunes. Los resultados han sido publicados en la revista BMJ Innovations (“Telephone announcements encouraging common cold self-management reduce demand for general practice appointments“.
La intervención se realizó con las personas que llamaban por teléfono para pedir una cita en atención primaria. Cuando se realizaba la llamada, el usuario escuchaba un mensaje con los síntomas habituales del catarro/resfriado, indicando que si estos síntomas coincidían con los de la persona que quería pedir cita se podían escuchar una serie de consejos para promover los autocuidados. El primer mensaje de voz enumeraba los síntomas habituales: dolor de garganta, mocos, tos, estornudos. El segundo mensaje era el siguiente:
Este filtro consiguió una reducción del 5’5% en las llamadas, es decir, 5 de cada 100 llamadas para pedir cita no llegaban al administrativo. Además esto se tradujo en una reducción del 21% en la demora en la tercera cita disponible. El tiempo hasta la tercera cita disponible es un indicador usado para conocer demoras y tiempos de espera que permite evitar la aparición de huecos en la agenda de última hora y conocer una aproximación a la demora real.
Los recordatorios informativos descritos que persiguen un cambio de comportamiento (no pedir cita) son una forma de “nudge”. En esta guía (“Behavioural insights in health care. Nudging to reduce inefficiency and waste“) de The Health Foundation se puede encontrar información y evidencia sobre el uso de nudges (modificadores de conducta o empujones sutiles) en el ámbito de la salud.
¿Es aplicable una medida como la descrita en nuestro entorno? En todos los servicios de salud existen plataformas tecnológicas de atención telefónica que podrían ser un buen punto de partida para una estrategia informativa como la descrita. En los últimos años, las citas llegan cada vez más a través del móvil (app o web), aunque en estos entornos también sería posible incorporar avisos o advertencias promoviendo el autocuidado. ¿Es el momento de mejorar aun más la utilidad de la tecnología ya existente?