Hoy dos grandes amigos (Rut Roncal e Iñaki) nos invitan a hablar de felicidad a través de su iniciativa #A1000Manos. Dado que solemos hablar de sanidad, hemos decidido recordar una historia real sobre felicidad en el ámbito laboral.
Hace ya varios años, en un hospital cercano al mar, un gran profesional decidió poner una iniciativa centrada en demostrar la importancia de la felicidad en el trabajo. Explicó el proyecto, pidió ayuda a todo el mundo, y pese a que algunos lo tildaron de loco, llegó el primer día de esa semana mágica, llena de actividades, centrada en demostrar algo tan sencillo: que en el trabajo era posible ser feliz.
Aunque la idea no era nueva, ya que hay encuestas, charlas TED, y muchos libros sobre el tema, hay un abismo entre verla en el papel (o en la pantalla), y transformarla en algo tangible que se pone realmente en marcha. Por eso aquel proyecto fue tan especial (y sigue siéndolo).
Quizás la mayor enseñanza de aquel proyecto (que hoy sigue vigente) es precisamente la necesidad de transformar los impulsos y las ilusiones en algo real y de saltar las barreras que nos ponemos para hacer algo en lo que creemos. Y si además lo acompañamos de pasión, mucho mejor, ya que la apatía no suele ser una buena amiga. Aquel proceso de puesta en marcha logró saltar muchas barreras, pero vivirlo de cerca fue una gran forma de sentir esa felicidad.
Creer en algo, transmitirlo con pasión y buscar compañeros de viaje para un proyecto (inicialmente) loco, es quizás una experiencia fascinante. Una forma de ser feliz… ¿cuando empezamos?