Open access: un paso adelante





El reciente Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación 2017-2020 (se puede leer en este enlace) apuesta claramente por la difusión de resultados de investigación y por la publicación en revistas de acceso abierto. O mejor dicho, vuelve a reiterar lo que ya señala la Ley 14/2011 de la Ciencia, la Tecnololgía y la Innovación.


Por un lado, “Los trabajos publicados en revistas científicas financiados a través del Plan Estatal se depositarán en repositorios, institucionales y/o internacionales, en abierto teniendo en cuenta las características específicas de las distintas materias“. Se trata de una iniciativa que lleva varios años sobre la mesa y que todavía no se cumple de forma masiva, pero hay un elemento adicional que nos ha llamado la atención. De hecho, el objetivo del Plan en relación al porcentaje de publicaciones científicas en acceso abierto es pasar del 20% (en 2015) al 35% (en 2020).

El Plan indica que en los procesos de evaluación de investigadores se tendrá en cuenta el número de trabajos publicados en abierto así como “la puesta de los datos de su investigación en abierto, de modo que puedan
ser utilizados para replicar y reproducir los análisis y resultados de investigación
“. 

Uno de los elementos que quizás aún confunde es el tema del pago, ya que “open access” implica  que el artículo es gratis para el lector, pero el autor paga una especie de tasa por la publicación (mínimo 1000 euros). Es llamativa la historia real que cuenta un radiólogo en esta carta al director publicada en la revista Radiología en el año 2016: 

Este autor remitió un artículo a una prestigiosa revista internacional con un modelo de suscripción clásico y tras ser evaluado por el editor, este señaló que no le parecía interesante el tema para sus lectores y sugería remitir el artículo a la misma publicación en formato Open, en donde el coste de publicar era de mil euros. Cuando fue interpelado sobre las diferencias entre los lectores de su revista y los de la del formato Open, nada supo responder el buen hombre“.



Se sabe que los artículos en open access se descargan más (otra cosa es suponer que eso implica que se leen siempre que se descargan) y que cuando un artículo pasa del periodo de embargo (accesible mediante pago) al periodo de acceso libre las citas son mayores. Sin embargo, no es posible que el open access se asocie a una menor calidad científica, ya que eso acabaría generando revistas de primera y de segunda. Por ello las editoriales deberían ser muy cuidadosas y no reducir los estándares de revisión para que asíla revista abierta no sea el cajón de sastre donde cabe todo. En una encuesta realizada en 2011 sobre el modelo de acceso abierto, puso sobre la mesa que los dos principales obstáculos para publicar en este tipo de revistas fueron el coste y la calidad.


A la larga, la principal ventaja tiene que ver con la difusión de conocimiento, ya que el acceso libre y abierto facilita que cualquier persona pueda acceder a toda la literatura científica. Además, se cumplirá con la obligación legal de publicación en abierto sin problema. Pero por favor, todo con el rigor habitual, que aunque el peer review no es una maravilla, es la mejor de las soluciones actuales: y es la única forma de demostrar que no hay diferencias en cuanto a la calidad. Y si tienes alguna duda (por si todavía crees que todas las revistas open access son del tipo “predatory“), pregunta a tu bibliotecario de cabecera.

2 comentarios en “Open access: un paso adelante”

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