La variabilidad en la práctica asistencial está en cualquier esquina… Son muy conocidas las variaciones a nivel macro, como las que analiza el conocido Atlas VPM, pero hay variabilidad incluso a pie de cama, como demuestra Antonio Torres Quintana en su tesis doctoral defendida en 2015 en la Universitat de Barcelona (“Influencia de la Ley del Mínimo Esfuerzo en el consumo de productos sanitarios“).
Antonio decidió estudiar el consumo de tres productos sanitarios básicos (gasas, apósitos y suero fisiológico de 10cc) pero modificando dos elementos clave: la distancia a recorrer para coger cada producto (hasta 9 metros) y la lateralidad (si está a la izquierda del puesto de trabajo o a la derecha). En resumen, la tesis pretende analizar si la ley del mínimo esfuerzo influye en el consumo de estos productos, esto es, si lo más lejano se consume menos.
Las conclusiones son las siguientes:
1. Para todos los productos analizados, a mayor distancia hay menor consumo.
2. La lateralidad derecha presenta mayor consumo que la izquierda.
3. Los profesionales de más edad y más experiencia consumen menos productos.
4. Sorprendentemente, se produce mayor incremento de consumo en el turno de tarde que en el turno de mañana independientemente de la edad y la antigüedad.
¿Se trata sencillamente de pereza? ¿El hecho de estar más alejado implica que solo se utilizarán cuando sea realmente necesario? ¿La rapidez en el acceso hace que no nos planteemos la necesidad? Una tesis muy interesante, y de las que te deja reflexionando unos días sobre temas como motivación, cultura de la organización, trabajo en equipo…
¿Se trata sencillamente de pereza? ¿El hecho de estar más alejado implica que solo se utilizarán cuando sea realmente necesario? ¿La rapidez en el acceso hace que no nos planteemos la necesidad? Una tesis muy interesante, y de las que te deja reflexionando unos días sobre temas como motivación, cultura de la organización, trabajo en equipo…
Genial post, como siempre. La ley del mínimo esfuerzo es netamente humana, políticamente incorrecta y el no reconocimiento de su existencia es la demagogia de los políticos, de los sindicatos y de nosotros mismos.
Buenas tardes
La Ley del Mínimo Esfuerzo (LME) la podemos considerar como una de las leyes universales que rigen la existencia. Llevo muchos años estudianto el impacto que tiene la ley en la conducta de los profesionales. Ojalá todos los profesionales actuásemos bajo la LME, pues conseguiriamos los objetivos invirtiendo la menor cantidad posible de energía. Por cierto, el ahorro de energía permite poder desarrrollar otras actividades bajo la misma ley. Ahora estoy estudianto el impacto que tiene la LME en la gestión del tiempo y pronto publicaré resultados muy interesantes.
Atentamente
Dr. Antonio Torres Quintana