Jano que te Jano: sobre revistas y atención primaria



Dime que lees y te diré como eres… Algo así podríamos pensar de los profesionales sanitarios, ya que la lectura de revistas científicas es clave para la actualización y el conocimiento de las prácticas y tratamientos basados en la evidencia.


En un reciente artículo (todavía está como avance online) de la revista Atención Primaria, titulado “Qué revistas médicas españolas leen y cómo se informan los médicos de atención primaria“, Javier González de Dios, Ángeles Flores Canoura, Josep Jiménez Villac y José Antonio Gutiérrez Fuentes analizan que revistas leen los médicos de primaria y los métodos favoritos para mantenerse informados. Y hay conclusiones bastante curiosas, por decirlo de alguna forma.

Los resultados son claros: la revista más leída por los médicos de familia es Jano (58%) seguida por Atención Primaria (20%), AMF, Medicina Clínica y Semergen. Respecto a los pediatras de atención primaria, la revista más leída es Anales de Pediatría (61%).

Si bien son datos de 2009, el 85% de los profesionales manifiesta que sigue leyendo en papel aunque el 57% usa el formato electrónico. Finalmente, respecto del tipo de artículo preferido por los lectores, las preferencias de los médicos de familia son: casos clínicos (73%), puesta al día (70%), artículos originales (49%), revisiones (48%) y editoriales (12%).

3 comentarios en “Jano que te Jano: sobre revistas y atención primaria”

  1. Un ingeniero biomédico me contó una anécdota de un congreso.

    Habían publicado una revisión de los artículos sobre sobre un robot aplicado a la rehabilitación que habían diseñado y llevaban probando casi una década en la revista de la Sociedad médica. Además en la revisión lo comparaban con otros robots similares, hay más de una docena.

    Preguntó quien leía la revista de la Sociedad asiduamente. El 85% contestaron positivamente.

    (Era una sala con un mando para que votasen todos los asistentes en el acto)

    Después preguntó quienes pensaban que un robot podría tener aplicaciones para rehabilitación. Solo contestaron afirmativamente el 10%.

    Después les dejó elegir entre 4 respuestas cuales eran robots para rehabilitación. En cada respuesta había tres nombres. Incluso había nombres como C3PO, HAL y cosas así.

    Solo el 15% acertaron a dar los nombres de los robots.

    Conclusión: mentían cuando decían que leían la revista. Si la hubieran leído tal vez hubieran sabido que existen aplicaciones o al menos hubieran sabido cómo se llamaban los robots que se investigan y desarrollan para rehabilitación.

    Piensa que en vez de robots fueran fármacos novedosos y que el 90% de los médicos dijeran que no tienen aplicación pero el 85% no no supieran siquiera su nombre. Frustrante. NO LEEMOS NI LA MITAD DE LO QUE DECIMOS LEER.

  2. Esta cuestión es difícil de cuantificar.
    En mi caso reconozco que la mayor fuente de información científico médica es mi agregador de RSS, seguido por las redes sociales y listas de correo.

    La resvistas en papel son un lujo en #AP.

    Afortunádamente contamos con muchas fuentes de información electrónica en abierto, tanto primarias como secundarias.
    Puedo dedicar unas 4-6 horas a la semana a la lectura, lo que me permite estar más al dia de lo que no sé que de lo que sé.

  3. ja,ja,ja,…muy buena la anecdota de los robots y "las reuniones de expertos". Estaba a punto de dejarlo pero hay esperanza… hay vida más allá de los que mienten.
    No se lee , críticamente, la literatura médica porque si se leyera se abominaría de mucha y se generaría mucha deliberación sobre la practica medica…¿?.

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