William Easterly dice las cosas de una forma muy clara y sin tapujos. En La Contra de La Vanguardia habla de cooperación al desarrollo y de aprendizaje:
Mi carrera ha consistido en aprender hasta creer que sabía algo y después seguir investigando hasta que los hechos me han obligado a desaprenderlo. Y vuelta a empezar…
El Banco Mundial, como la mayoría de las instituciones de ayuda al tercer mundo, carece de accountability (no rinde cuentas por lo que hace a nadie) y de feedback (respuesta de los afectados por sus acciones). Y ninguna organización humana es efectiva si no comprueba los efectos de sus acciones y después rinde cuentas por ellos.
¿Podemos ayudarles a ayudarse?
Sí, pero no tanto como creemos. Esa mentalidad de que sólo nosotros podemos salvar al tercer mundo es paternalista. Los pobres no necesitan caridad, sino trato de tú a tú y que les dejemos competir con nosotros.
Es más barato darles ayudas que dejarles vender su fruta más barata que la nuestra.
Es parte del problema. Fíjese en que Latinoamérica hoy prospera por el talento de los latinoamericanos gracias a mercados más abiertos. No ha sido ninguna ONG ni institución humanitaria: ha sido su trabajo.
Cada cinco minutos muere un niño de hambre en el tercer mundo.
¡Eso es una estupidez! Como si los niños africanos no tuvieran padre y madre responsables como nosotros. Tras esas ñoñerías para sacarnos dinero y perpetuar instituciones ineficientes hay, además, una nefasta mentalidad de paternalismo neocolonial o, si prefiere, de imperialismo humanitario.
¿Un tema que nunca se comenta por miedo o porque confiamos en que esas cosas siempre se hacen bien? Podemos pensar que competir al mismo nivel sea difícil como dice William en la entrevista, pero por otra parte muchas grandes empresas deslocalizan sus centros productivos y los construyen en países con mano de obra más barata y mayor productividad. Quizás sea una pista…
La verdad es que, en este tipo de temas, un baño de realidad nunca viene mal.
Lo del "Imperialismo humanitario" no es la primera vez que lo oigo …. nos creemos los reyes del mundo, pero "ayudar" no es lo que nosotros hacemos …. "Baño de realidad" como bien dices.
Absolutamente, poca ayuda facilitamos, sobre todo si se le dan migajas y por otro lado se les explota, con total hipocresía. Se le levanta un pie del cuello para pisarles las manos.
No les des los peces, no les enseñes a pescar, ellos ya saben, simplemente quítales las cadenas que les impiden hacerlo…
En "La casa de los espíritus" de Isabel Allende ya dicen algo de esto (y mira que se escribió hace años, cuando no se sabía que era una ONG).
Más o menos algo así: "Los pobres no necesitan que les ayudemos. Necesitan tener las mismas oportunidades que nosotros".