Hace unas semanas, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia publicaba la resolución de un expediente sobre la infracción cometida por dos empresas que venden radiofármacos en España (y que son prácticamente las únicas vendedoras de estos productos). La infracción cometida es un cártel, esto es, el reparto de clientes entre ambas empresas.
La resolución, accesible a través de este enlace, muestra el comportamiento de ambas empresas con actuaciones como las siguientes (probadas por mensajes, correos, actas, anotaciones en agendas, etc.):
– Renunciar a contratos adjudicados para que se los quede la otra empresa.
– Subcontratar el suministro de radiofármacos a la otra empresa para así compensar las ventas en otros territorios.
– No presentarse a contratos en determinados hospitales para que el adjudicatario sea la otra empresa. Por ejemplo, esto se hacía para que cada empresa se quedara con los hospitales cercanos a sus almacenes y así reducir el gasto de transporte incrementando el beneficio.
– Acuerdos sobre precios.
La resolución es tajante:
Las empresas cartelistas no se han comportado como actores independientes en el mercado. Al contrario, han concertado su actuación con el objeto de repartirse los hospitales y centros médicos públicos y privados en el mercado del suministro de radiofármacos PET 18-FDG a nivel nacional mediante pactos de no agresión, repartos territoriales de licitaciones y acuerdos de suministro
cruzado entre las partes, ocultos a sus clientes y con fijación de los precios de suministro e intercambios de información comercial sensible entre ellos para maximizar su beneficio en perjuicio del interés de los clientes y el interés general.
En el ámbito de la gestión sanitaria, sería conveniente que siempre que se sospeche de alguna actuación de este tipo, se avise a la Comisión ya que estas prácticas las acaba pagando el ciudadano (sobre todo cuando afectan a la sanidad pública). Eso sí, cabe decir que no se trata de prácticas habituales. En este caso, el reparto del mercado territorial “por medio del intercambio de información comercial sensible entre ellas” y su posterior incidencia en los precios fue el eje de la actuación irregular.
Ah, por cierto, aunque el informe completo sea algo extenso, es una lectura interesante para conocer cómo se ponen en marcha este tipo de pactos o estrategias comunes de reparto.