Lo nuevo brilla, y lo que brilla llama la atención… Es casi una ley universal que se cumple en todos los ámbitos, y el sanitario es uno de ellos. Nos estamos refiriendo al brillo de la innovación, entendida como el lanzamiento de un nuevo procedimiento, medicamento, dispositivo, etc. que promete mejorar la asistencia sanitaria. Pero no hablaremos de innovación en las organizaciones sanitarias, sino en la prensa escrita. ¿Se dejan llevar los medios de comunicación por este brillo cuando publican noticias sobre las novedades y sus beneficios?
Un reciente estudio publicado en Gaceta Sanitaria con el título “Exhaustividad y tono crítico de las noticias en la prensa escrita que informan de una innovación médica” ha revisado todas las noticias publicadas en el año 2015 sobre innovaciones médicas en 14 periódicos generalistas de ámbito autonómico y estatal. Los dos ejes del análisis son la exhaustividad, es decir, que la noticia sea completa e incluya todos los detalles necesarios para entenderla, y el tono crítico equilibrado. Este tono crítico puede ser optimista (solo se mencionan los beneficios), escéptico (solo se mencionan riesgos), equilibrado (se mencionan ambos) o acrítico (no se mencionan ni beneficios ni riesgos).
En cuanto a la exhaustividad, el 73% de las noticias tenían un nivel de detalle aceptable, un 72% diferenciaban entre hechos y opiniones y el 48% incluía más de una fuente de información detallada. Sin embargo, en el otro lado de la balanza, el 22% de las noticias comparaba la innovación con alternativas existentes, el 8% describía los potenciales riesgos y solo el 5% detallaba los posibles conflictos de intereses económicos.
En cuanto al tono crítico, un 70% fueron noticias optimistas (solo beneficios), un 14’7% fueron noticias equilibradas, un 9’3% eran noticias acríticas y un 5’9% fueron noticias escépticas (hablaron exclusivamente de riesgos). Es decir, 2 de cada 3 noticias solo incluyen los beneficios sin hacer ninguna referencia a los riesgos asociados a la innovación.
Cuando se leen los resultados del estudio, uno se echa las manos a la cabeza. Pero hay diversos motivos que pueden explicar estos datos (que en ningún caso justifican que el tratamiento de las noticias no sea el más adecuado):
+ Muchos medios generalistas buscan captar la atención del lector, y por ello se utilizan titulares muy llamativos y un tratamiento muy favorable de la innovación. En ocasiones, la presión publicitaria o de los editores del medio también pueden jugar un papel importante.
+ Uso (y abuso) de las notas de prensa de revistas científicas y de centros de investigación. Es habitual que se publiquen estas notas de prensa sin tocar ni una coma, replicando sus virtudes y defectos. Hay varios estudios que han reflejado la baja calidad de estas notas y comunicados.
+ Es esencial que los medios cuenten con periodistas especializados, contrasten las fuentes o utilicen noticias procedentes de agencias especializadas (como la agencia Sinc en España). La exhaustividad es mayor cuando la noticia tiene más fuentes y cuando la redacta un periodista especializado.
+ Los medios no deben olvidar en ningún caso las recomendaciones para la información en salud que elaboró ANIS en 2007 o las guías sobre periodismo biomédico publicadas por la Fundación Dr. Antoni Esteve.
Los medios de comunicación no pueden olvidar su papel en temas sanitarios ya que la sociedad suele confiar en las noticias, por eso es muy alarmante que se publiquen tantas noticias de investigaciones en curso que pueden dar falsas expectativas a pacientes y familiares, sobre todo en patologías crónicas y graves. Iniciativas como Behind the headlines (NHS) de revisión de noticias sanitarias en los medios de comunicación (ya hemos hablado de ella en el blog) son una gran ayuda para separar el brillo de la realidad.
Menos mal que hay medios que tienen muy en cuenta todo esto que hemos comentado y prefiere el rigor al brillo. A largo plazo es mucho mejor, y además así causa menos daño al paciente. Al final, el famoso “primum non nocere” también afecta a la prensa.
Un post muy necesario Miguel Ángel!
Una gran verdad! A difundir
Gracias Miguel