Catástrofe a miles de kilómetros de nuestro entorno, y como es lógico, sale nuestro lado más humano y se genera una corriente generosa de donaciones y ayudas a organizaciones que colaboran para paliar los daños. Hasta aquí, algo que ocurre (desgraciadamente) de vez en cuando.
Pero, ¿todas las catástrofes son iguales? ¿Cuanta gente se acuerda de Haití? ¿Y del tsunami de 2004? Philip Brown y Jessica Minty analizaron en su estudio “Media Coverage and Charitable Giving After the 2004 Tsunami” las donaciones que se realizaron tras el tsunami, y constataron que:
– Un minuto adicional de cobertura televisiva de la catástrofe en las noticias de la noche incrementa las donaciones un 13’2% sobre la media diaria.
– Un artículo de 700 palabras en un medio escrito de máxima difusión (tipo The New York Times) implica un aumento en las donaciones del 18’2%.
¿Tanto influye la cobertura mediática en la caridad y en el altruismo? ¿Entonces que pasa con las catástrofes “poco conocidas“? Para acabar, nada como esta viñeta para reflexionar:
Es triste, pero parece ser que sí. Que somos más "solidarios" cuando algo tiene mucho bombo.
Lo peor de todo, es que nos acostumbramos y no le damos importancia a cosas que también la tienen, y mucha, porque "siempre han sido así" Creo que ésto es lo que pasa con África. La muerte de niños a causa del hambre siempre ha existido, y aunque salga en las noticias, nos hemos acostumbrado a verlo y no actuamos.
El mensaje de la viñeta es duro, irónico, pero real.
Insisto, triste, pero es así.
Comparto la opinión de Pilar. Me permito añadir que insignificantes "catástrofes" ocurren a nuestro alrededor todos los días y tampoco hacemos nada aunque las veamos en vivo y en directo, es más cómodo girar la cabeza y mirar para otro lado (no se confunda con poner la otra mejilla).
Simplemente una sonrisa cuando alguien te mira, o un "gracias" cuando te resuelven una situación, un sujetar la puerta cuando ves que alguien va a entrar detrás tuyo, esos pequeños gestos que facilitan (y alegran) la vida a los demás son los pequeños granitos de arena que podemos colocar a diario en el montón. Si cada persona hiciera una sola de estas cosas todos los días estoy convencida de que en el mundo no habría desgracias causadas por los humanos. La naturaleza es otra cosa. Un saludo (y perdón por extenderme tanto.
Totalmente de acuerdo con Pilar y Paloma.
Es triste, pero cierto, parece que nos hemos acostumbrado a ciertas cosas y no actuamos en consecuencia. Y lo que dice Paloma de que si diéramos más sonrisas, más gracias o más gestos que tan poco nos cuestan y, sin embargo, tanto cosiguen, todo sería mucho mejor. Pero… aunque sea algo que parece tan sencillo es triste, pero actualmente es totalmente utópico :(((
Un abrazo!
Pues sí, como dice Paloma, si cada uno hiciera un poquito por mejorar nuestro entorno, y todo el mundo hiciera lo mismo en su pequeño círculo…
La acción más pequeña vale más que la intención más grande.
🙂
Yo tambien creo que se debe ser generoso siempre, no hace falta que ocurra una desgracia tan grande como un Tsunami o que sean fechas señaladas para ayudar a los demas , en nuestro entorno seguro que hay muchas personas con necesidad que las podemos ayudar de multiples maneras, al igual que hay miles de proyectos donde se puede colaborar todo el año a gente que lo necesita, lo que pasa que como no estan de "moda" o no se publicitan tanto como otras desgracias pues no se colabora de la misma manera
Siempre recuerdo a la gente de Cruz Roja, cada vez que pasa algún desastre no agradecen que les hagamos aportaciones mensuales, es lo más fácil de manejar.
Así que animo a todo el mundo a hacerse de alguna Ong y aportar poco a poco, pero persistentemente.