Decir que no: el cambio de cultura

Si analizáramos la cultura de las organizaciones sanitarias, la jerarquía todavía aparecería como un elemento definitorio básico. Y más en organizaciones con un alto componente funcionarial y basado en profesiones que existen desde hace muchos años, como es el caso del sistema sanitario público español.

Por ello, nos sorprende el artículo que hemos encontrado en Hospital & Health Networks que lleva por título “Can your nurses stop a surgeon?” y que cuenta las dificultades para cambiar la cultura de una organización y enfocarla hacia la seguridad del paciente y la mejora de la calidad. Una cultura basada en el principio de que cualquiera puede detener un proceso cuando piensa que puede causar daño al paciente o a otro profesional.

Lo interesante del artículo es que se basa en la participación de todos los profesionales, sin excluir a nadie. Tal vez en entornos acostumbrados al trabajo en equipo sea algo habitual, pero en otros es más dificil de ver. De hecho, ¿son fluidas las relaciones entre profesionales en España? ¿Todavía el cirujano (por seguir el ejemplo del artículo, pero no tenemos nada en contra de los cirujanos) es El Doctor y hay que tratarle de forma diferente? ¿Aún existen diferencias o complejos de superioridad/inferioridad? Menos mal que los tiempos están cambiando y los años sesenta forman parte del pasado.

La canción de hoy no podía ser otra…

7 comentarios en “Decir que no: el cambio de cultura”

  1. Las cosas cambian… pero muy despacio. Aún seguimos con la LG de sanidad del 86 y la ley esa de estructuras básicas de salud del 84… Creo que los 'apoltronados' de alto rango deben empezar a cambiar cosas YA. Y dignificar cada una de las categorías profesionales dentro del mundo sanitario está entre esas cosas.

  2. Siempre he agradecido la ayuda de enfermeros que me señalaban algún error por mi parte. Esa labor (avisar al medico cuando alg no les cuadra a ellos) es fu damental para la seguridad del paciente.

    Pero siempre he tenido claro que el ultimo responsable de las decisiones clínicas soy yo (el medico) y si el enfermero me ha corregido una dosis o me ha sugerido cualquier cosa lo he comprobado por mi parte.

    En alguna rara ocasión he tenido que enfrentarme a algún técnico de rayos o a alguien de enfermería y aplicar el argumento extremo: yo soy quien toma la decisión porque yo soy al que el juez va a mete en la cárcel si sale mal.

    El trabajo en equipo esta bien pero eso no puede servir como excusa para eludir la responsabilidad profesional. Y responsabilidad siempre debe ir unida a autoridad (aunque no se refleje en los salarios como debería reflejarse)

  3. Efectivamente Julio, no puede eludirse la responsabilidad ni por exceso ni por defecto. No se si has visto el capitulo de la serie ER en el que aplican el famoso cheklist quirúrgico:
    http://saludconcosas.blogspot.com/2009/04/seguridad-del-paciente-y-series-de-tv.html

    Ni el médico como responsable debe pasar de los comentarios de su equipo, ni el equipo debe dejar de sentirse corresponsable ante algún posible problema.

    Lo de la autoridad, la responsabilidad y salarios es otro cantar. A partir de que salario se puede hablar de responsabilidad? Hay enfermeros condenados por mala praxis, y es que cada profesional es responsable de sus actos (la lex artis y blablabla).

    Gracias por el comentario!

  4. Dices que si "¿Aún existen diferencias o complejos de superioridad/inferioridad?"

    Jo, ya te digo que sí. Lo que yo he visto es complejo de inferioridad: un resentimiento jerárquico que se diluye a medida que subimos en la pirámide.

    A ver si me explico: la "base", los servicios generales (técnicos, vaya), dan la impresión de acumular rencor hacia los puestos altos, que son "los que nos cargan de trabajo". Llega un punto en el que, dejando a parte las críticas a las espaldas -que existen, como en todas partes-, el trabajo que desempeñan les es indiferente, da igual si sale mal o bien, si hay errores fácilmente subsanables o no.

    Y además creo que esto se agudiza cuanto menos necesaria es la cooperación entre distintos escalafones. Parece que el trabajo se toma como un acto de servilismo (que, por supuesto, no lo es).

    No estoy generalizando, porque también he visto gente dedicada y de la que no se va una hora y media a desayunar. Pero el resto… Manda huevos.

    Lo que más me sorprende de todo esto es lo fácil que sería mejorar la atención al paciente y aumentar la eficacia de los servicios con muy poco esfuerzo, y no se hace.

    Saludos (:

  5. Estoy de acuerdo que aún perduran los complejos de inferioridad/suprioridad por desgracia.
    Nada tendría que ver el buen trato con la responsabilidad , cada estamento y cada cual tiene su responsabilidad ,y responde de sus actos ,no solo responde el medico ante el juez si algo sale mal, cada cual tiene que responder en función de su responsabilidad (el enfermero porque no aviso antes, el medico porque tardo y como actuo y esas cosas).
    Esta claro que no es lo mismo un "cirujano" por seguir con el ejemplo que un tecnico de rayos pero ninguno merece ni mejor ni peor trato por el trabajo que desempeña.La jerarquización solo sirve para distanciar y al final el único perjudicado es el paciente.
    Además somos un equipo y para que todo vaya bien hacemos falta todos.
    Saludos

  6. Estoy muy de acuerdo con Robin Jud, y desde mi poca experiencia, es lo que he visto durante todos los años de carrera… Resentimiento en la "parte baja" y demasiadas ínfulas y desprecio desde las "altas". Una pena, la verdad, porque el que sale perdiendo es el paciente, y porque todos podemos aprender de todos.

    Genial entrada 😉

    Besos!!

  7. Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. Todavía existe la mentalidad "de la vieja escuela" sin tener en cuenta la edad del afectado. Es decir hay mucho medico de edad media-avanzada que presenta esta visión organizativa jerárquico-sumisa como la única posible y hay galenos muy jóvenes que siguen este rol como único válido. Por el contrario , y afortunadamente, hay otros muchos grandes profesionales que además son excelentes compañeros de trabajo. La diferencia no es la edad, es la actitud y la mentalidad abierta. Cuando uno conoce sus propios límites y los acepta sabe reconocer y agradecer que otro le avise de un fallo antes de que ocurra algo lamentable. Creo que los verdaderamente grandes profesionales son del segundo tipo, y de hecho la gente a la que yo más respeto a nivel tanto personal como profesional también son del segundo tipo.
    Estamos aprendiendo a trabajar en equipo pero todavía nos cuesta mucho.
    Te invito a intercambiar opiniones en el blog sobre cuidados de enfermería que escribo. chupetetiritapintalabios.blogspot.com
    Un fuerte abrazo y gracias por la reflexión

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