Una de las líneas de trabajo en la reforma de la atención primaria es la autogestión. La evidencia parece apoyar este tipo de proyectos relacionados claramente con la gestión clínica, que van desde la descentralización de la gestión del presupuesto o la autoorganización dentro del equipo hasta la autonomía plena, con la creación de sociedades profesionales (como en el proyecto Xerte) que contratan a sus profesionales y “venden” sus servicios al servicio de salud.
El ejemplo más citado en España es el de las EBA (Equipos de Base Asociativa), que se ha extendido por Cataluña. Como señala la web de la asociación que las agrupa (ACEBA), “Las Entidades de Base Asociativa (EBA) son empresas de profesionales sanitarios integradas en el Sistema Público de Salud para prestar servicios de Atención Primaria a la población de referencia. Cada EBA tiene el objetivo de encargarse de la Atención Primaria de la población asignada en su Área Básica de Salud (ABS)“.
Lógicamente, el modelo pleno de creación de sociedades con profesionales laborales o autónomos es casi una utopia en España, ya que la actual legislación no es muy clara al respecto (salvo en Cataluña) y no hay un apoyo global y sin fisuras a estas estructuras. De hecho, en muchas ocasiones se confunden con la privatización. Pero, ¿qué opinan los profesionales?
La revista Atención Primaria publicó recientemente un estudio realizado en Mallorca en el que se pregunta a 1097 profesionales de atención primaria por su opinión sobre la autonomía de gestión. Aunque os recomendamos la lectura del artículo completo (aquí lo tenéis en pdf), nos vamos a centrar en una tabla en la que se resume la actitud de los profesionales ante un posible cambio organizativo: Llama la atención que el 56’9% de los profesionales encuestados estarían dispuestos a incorporarse a un centro con autonomía de gestión, pero sólo un 16% aceptaría renunciar al régimen estatutario. Quizás sea necesario explorar algo más las posibilidades organizativas asociadas a la autonomía de gestión, pero es evidente que una gran mayoría de los profesionales de atención primaria pide dar un paso hacia la autonomía.
Como señala Josep Casajuana en el comentario que hace del artículo en el último número de Gestión Clínica y Sanitaria, “La funcionarización de nuestros profesionales y equipos tiene una elevada prevalencia y cualquier cosa que pueda modificar esa situación no es bien aceptada. Parece muy razonable pensar que unos elevados niveles de autonomía de gestión o autogestión puedan ser una solución a la situación actual de nuestra AP, siempre que incluya beneficios y riesgos, y esto último no forma parte de los cambios que la mayoría de los profesionales están dispuestos a aceptar. De hecho se prefiere mantener la dependencia de la Administración“.
Otra de las preguntas se centra en los elementos más importantes para que un centro tenga autonomía de gestión. Los cinco elementos más valorados son: tener coordinadores capacitados, presupuestos correctos, contratos de gestión adecuados, directivos de la administración capacitados y sistemas de información adecuados. El liderazgo vuelve a ser crucial, pero ¿estamos preparados en el sistema sanitario español? ¿Hay profesionales que quieren ejercer de coordinadores de atención primaria o todavía es un puesto poco apetecible? ¿Aún subsisten coordinadores que acceden al puesto por sorteo o por turno?
El salto grande, dejando a un lado la comodidad estatutaria, aún cuesta. La zona de confort es alargada… o mejor dicho, la crisis y el miedo pueden al riesgo y a la innovación. La supervivencia sigue siendo la clave.
Independientemente de las razones expuestas para no salir de la zona de confort, y con las que coincido, profundizando un poco mas en la resistencia al cambio de regimen, visto desde fuera, llama la atención un mal perenne de nuestro país, la "Inseguridad Jurídica". La poca altura de los politicos de nuestro pais se traduce aquí en contratos que no se revisan, cápitas variables entre diferentes EBAS, incumplimientos variados, etc… Estar al albur del político en nuestro pais es francamente decepcionante. Por ello, tal vez si al empezar la partida se comienza con unas reglas puede que no sea de recibo que en medio de la misma, por un cambio político o simplemente estratégico, te encuentres que la mano ya no sirve aunque tengas 31 y da igual que tus resultados sean excelentes porque tendrás que aceptar el habitual "trágala" con el que los políticos acostumbran a desayunarnos
Yo soy de esas profesionales que, aun siendo estatutaria, estaria dispuesta a entrar en una real autonomia de gestión e incluso en una EBA. En Catalunya hace unos años que nos vendieron la moto de la autonomia de gestión (mi centro fue piloto) pero ha sido un bluf. ¿Qué gestionas? ¿con que gestionas? no dan una autonomia pelna ni un presupuesto real y además todo va ligado a unos acuerdos de gestión que no individualizan a los EAP.
Personalmente creo que mientras las empresas proveedoras de salud sean gigantescas (como el ICS) y no tengan una real competencia no vamos a conseguir nada de nada
PD: ¿lo de ser director de equipo? no es cuestión de que quieras, es cuestión de que seas afín al régimen y te dejen. Lo acabamos de vivir en mi centro (y además por lo que pagan…)
Interesante tema, muchas gracias
@BeatrizSatu