1. Algunos pediatras
¿Los pediatras? ¿Algunos pediatras? ¿O una sociedad científica que representa a algunos pediatras? Una cosa es el titular y otra la realidad…
Otro ejemplo de la varicela, en esta noticia de 20 minutos:
Y la realidad es otra… ¿todos los pediatras? ¿seguro?
2. Algunos médicos de familia
Como era de esperar, esta generalización ocurre con otras especialidades. En este caso, hay 3 sociedades científicas que agrupan a los médicos de familia. ¿Te sientes representado?
3. Conclusiones
¿No sería más conveniente que los medios de comunicación pusieran el nombre de la sociedad en el titular? ¿Realmente representan al colectivo? ¿O de cada especialidad puede haber varias asociaciones con ideas y propuestas diferentes? Con este tipo de titulares se confunde a la población y quizás sea conveniente cambiar esa forma de redactarlos. Además generalizar no siempre es correcto y puede que algunos profesionales no piensen así y prefieran que no se les incluya en ese saco…
Pues no te digo cuando los titulares son "La Enfermería (o Los enfermeros) dice…" porque sale el Consejo General con cualquier salida de pata de banco de las suyas… y son 220.000, de las cuales la inmensa mayoría ni vota en las elecciones de su Colegio. ¿Las representan? No, claro que no.
Por otro lado, es verdad que poner el nombre de la sociedad o institución en el titular se come todo el espacio: a ver cómo metes tú "La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria", por ejemplo, y pones luego lo que realmente es el titular… Pero tienes toda la razón: titular (o periodismo a menudo) = simplificación. Un abrazo.
Acusar a los medios de ligereza utilizando como ejemplo el simplismo de los titulares es un tópico en el que no esperaba ver caer a este blog, del que soy asiduo lector. De hecho, su resumen dominical de enlaces es un ejemplo de lo contrario, de la búsqueda de lo original y de evitar lo manido.
Titular bien es una parte de este oficio en la que los periodistas nos debatimos entre la concreción y la búsqueda de la fórmula que atrape al lector. Exigir rigor y precisión milimétrica a un texto que ya se escribe para que entre en un tuit es ciencia ficción. No lo es precisar cuanto antes y centrar la atención del lector dándole el contexto necesario. En la noticia de Redacción Médica que citas, el texto general arranca con el nombre de la sociedad médica que sostiene lo dicho en el titular; en la de El País, este dato está en el primer subtítulo.
Dices que una cosa es el titular y otra la realidad. Discrepo. El titular es real porque no empieza y acaba en sí mismo. Es el encabezamiento de una pieza periodística completa en la que, aquí sí, hay que exigir precisión y concreción.
A estas alturas no creo que ningún lector medio ignore las claves de un texto informativo, aunque sólo las reconozca de forma intuitiva. Creo que se le puede exigir un mínimo de implicación porque sabe que no está delante de un texto científico ni académico. La velocidad con que nos actualizan la información y la multiplicidad de canales a través de los que ésta nos impacta es abrumadora, pero no es excusa para que, como lectores, nos quedemos en la superficie y juzguemos el todo por la parte.
Enhorabuena por el blog, por sus contenidos y por la continuidad con que lo actualizas (tarea nada fácil, me consta). Un saludo
Hola Iñaki. Lo primero es darte las gracias por ser lector del blog y por comentar (que generalmente cuesta un poco más).
Creo que la redacción de titulares es una parte importante de las asignaturas de redacción en la universidad. De hecho, a un periodista se le supone una redacción exquisita y sin errores, al menos aparentes. Mi indignación (en voz baja pero indignación) se debe a que los titulares, en esta época de twitter, de lectura rápida y de mentalidad google, es casi lo que más se lee de una noticia.
De hecho, si le preguntas a un lector tipo, pocos recordarán que una sociedad de médicos recomienda una medida, y si que son los pediatras los que la recomiendan. No podemos ceder en ese rigor y en esa objetividad que citas, sólo por razones de espacio.
Lo de la pieza periodística completa lo compartiría si el público leyera la noticia completa, pero desgraciadamente no es así. El titular tiene entidad propia (ya sólo falta que cite a Chomsky jeje) y en ocasiones el lector lo asume como resumen completo de la noticia. El periodista lo sabe y los medios lo saben, y algunos (espero que pocos) se aprovechan de esa tendencia a la noticia tipo tuit.
Para acabar, la redacción de un titular como "Los pediatras…" es totalmente errónea porque son asociaciones que ni siquiera agrupan a más de un tercio de los profesionales en activo. No tienen atribuida por ley la representación de ese colectivo y tiene la misma validez que 500 pediatras tuiteros que saquen un manifiesto de un tipo u otro. Seguramente el titular de los tuiteros sería: "500 pediatras solicitan…" y en el primer caso "Los pediatras…".
Gracias por pasarte por aquí
Hace "itantos" años, cuando yo estudiaba Periodismo e Internet ni se barruntaba, ya se daban discusiones exactamente en los mismos términos en que se está produciendo esta.
El paso del tiempo y la multiplicación de canales me reafirma en lo que te decía en mi comentario anterior: la audiencia conoce las reglas del juego y no es un ente indefenso al que se manipula por sistema y sin piedad. Culpar al periodista de que una parte acrítica de la audiencia se quede con 140 caracteres y saque conclusiones solo con ello es coger el rábano por las hojas. Y además es muy cómodo: todo el mundo compra ese argumento y así se libera de cualquier responsabilidad.
En tu post de hoy (para que veas que es verdad que sigo el blog :-), destacas el valor que la propia audiencia ha otorgado a una propuesta como la de Tripadvisor. ¿Por qué unas veces el público es soberano, sabio y capaz de construir y otras le tratamos como a niños pequeños incapaces de formarse un criterio ante una información?
Vuelvo a los ejemplos que citabas en el post y en concreto al que me atañe, el de Redacción Médica, para tampoco erigirme en portavoz de quien no me corresponde. En un medio dirigido a profesionales a los que damos por supuesto un nivel avanzado de conocimiento y de información, ¿tenemos que asumir que no van a ser capaces de entender que un titular no es la información completa? Un titular es una parte muy importante de la información, pero no es toda la información ni desde luego la puede sustituir. ¿Tenemos que renunciar a buscar un enfoque original, a intrigar al lector desde el título para que lea todo, a utilizar los recursos que tenemos para que nuestra información destaque en el inmenso caudal informativo que nos arrastra cada día? Yo creo que no, aunque respeto que tú no lo compartas. Un saludo y buen verano!