Hace unos meses, la revista Annals of Internal Medicine publicó un artículo de opinión titulado “Electronic health records: design, implementation, and policy for higher-value primary care“. En dicho artículo, se proponen algunos principios esenciales (once concretamente) que deben guiar la puesta en marcha de una historia electrónica en atención primaria (EHR).
Algunos son muy conocidos, pero otros conviene recordarlos. Aquí tenéis los principios que proponen en el artículo:
1. Añadir valor al paciente. Como señala el artículo, la historia electrónica no sólo es una herramienta de ayuda en la consulta o un instrumento para medir la actividad profesional. En todos los casos debe aportar un valor añadido a la experiencia del paciente y los cuidados que recibe.
2. Su eje principal son los cuidados clínicos. La historia electrónica debe aportar un soporte útil y muy potente de información del paciente para el profesional, la parte relativa a investigación o burocracia debe estar subordinada a la de cuidar.
3. La EHR (historia electrónica) debe ser cómoda y funcional para el profesional, evitando distracciones y mejorando los procesos más complejos.
4. Cada profesional debe realizar sus tareas, sin que la puesta en marcha de la EHR implique que las tareas más burocráticas o sencillas pasen a ser realizadas por los profesionales que tienen asignadas otras funciones. Una cosa es automatizar una tarea (se extrae de un proceso concreto) y otra asignar un click adicional.
5. La historia no es sólo para médicos o enfermeras, se trata de una herramienta para todo el equipo, incluyendo también a los profesionales de promoción de la salud, planificación o salud pública.
6. La historia electrónica debe impedir que se malgaste el tiempo. Los procesos deben estar perfectamente analizados y revisados para evitar que el uso de la EHR implique un uso mayor de tiempo para hacer lo mismo. Si una tarea no aporta valor, si la recogida de un dato no es necesaria, mejor no hacerla.
7. Los procesos informáticos de trabajo deben adaptarse a los procesos asistenciales. Una cosa es mejorar y cambiar un proceso asistencial y otra adaptarlo a una estructura encorsetada.
8. Un elemento esencial es la comunicación y por ello hay que adaptar cada proceso a la herramienta más eficiente, sea una llamada telefónica, un email o una consulta presencial. La EHR debe ser polivalente y adaptarse a todas las posibilidades.
9. La puesta en marcha necesita recursos: tecnológicos, humanos y financieros. Y el día a día también, ya que la planificación, el análisis de datos, las mejoras, y la adaptación a nuevas necesidades requieren siempre de más recursos de un tipo u otro (aunque sea un nuevo programa de formación).
10. Debe existir una base explicita de evidencia detrás de los procesos de la EHR. En el caso de falta de evidencia, la aplicación debe permitir que sea el propio profesional el que tome las mejores decisiones (evitando las reglas políticas).
11. Es esencial un equilibrio alrededor de los valores subyacentes de la EHR, teniendo en cuenta que la calidad, la seguridad o la eficiencia son necesarias pero no suficientes.
Muchas veces es necesario no olvidar lo esencial. La tecnología a veces nos confunde y los adornos o las modas hacen que olvidemos que lo importante es aportar valor a los cuidados que se prestan al paciente. ¿Cumple tu aplicación de historia clínica estos principios?
Muchas veces es necesario no olvidar lo esencial. La tecnología a veces nos confunde y los adornos o las modas hacen que olvidemos que lo importante es aportar valor a los cuidados que se prestan al paciente. ¿Cumple tu aplicación de historia clínica estos principios?
Hola Miguel, está claro que la HCE "ideal" está lejos, muy lejos…
En primer lugar porque se ha elaborado "a retales", en segundo lugar porque no está orientada al servicio (en general) sino a cumplir criterios de "quien paga" que necesita más *** (póngase información o datos según se crea) para tener capacidad de control, en tercer lugar porque la dotación de recursos no aprovechó ni la posición de oligopolio de la administración ni las 'vacas gordas'.
Mi programa no lo cumple ni de lejos. ¡Si ni siquiera puedo ver las radiografías que un paciente se hace en otro hospital de la provincio/comunidad! Una pena que esto siga pasando en el siglo XXI… 🙁
Yo no la veo tan lejos, cosas a mejorar, por supuesto.
Es cuestión de tiempo que funcione bien en todo el territorio (iba ha decir español, pero mejor europeo), lástima que sea por cuestiones políticas y económicas que no la tengamos YA.
La revista New England Journal of Medicine, en su publicación del 25 de marzo de 2010, ya hablaba de las características que debería tener la historia clínica electrónica, como bien reflejó (y tradujo) Lola Martín en el blog "Sano y salvo" (http://sano-y-salvo.blogspot.com.es/2010/03/puede-la-documentacion-clinica.html)
Útil listado de los parámetros a tener en cuenta durante el proceso de implantación de la historia clínica electrónica en los centros sanitarios. Coincidimos totalmente contigo en que la tecnología no debe desviarnos de lo realmente importante, que es aportar valor en la atención sanitaria; en este sentido, todo proyecto de salud digital, esté enfocado a profesionales sanitarios o a pacientes, debe tener esta premisa como base junto a la de “aportar valor” a los usuarios a los cuales va dirigido. Seguiremos atentos a las interesantes publicaciones de tu blog que siempre invitan a la reflexión de los lectores. ¡Un saludo!
Debemos avanzar para tener una mejora en la organización de los pacientes y de sus problemas pero sin desviarnos del principal objetivo, el tener una buena revisión de las personas y de sus cuidados. Un saludo