Bryan Vartabedian es médico y autor del blog 33 charts, quizás una de las visiones más reflexivas e interesantes sobre sanidad, salud y redes sociales. En un reciente post titulado “Lockstep medicine” (lockstep es la forma típica de desfilar, un soldado detrás de otro) ironizaba sobre algunas de las contradicciones entre los hechos reales y los planteamientos futuros de nuestro sistema sanitario.
Hemos robado algunas de las reflexiones que propone Bryan:
- Idolatramos el liderazgo pero promovemos la gestión.
- Marginamos la visión mientras premiamos el proceso.
- Somos formados como “respondedores” y no como iniciadores.
- Propagamos la cultura del permiso.
- Creemos que el liderazgo innovador y la transmisión de ideas ocurren
gracias a una plataforma de comunicación del siglo XVII.
En nuestro entorno podríamos añadir algunas más:
- Debatimos sobre gestión clínica, sin saber siquiera adonde queremos llegar.
- Lo mismo con los crónicos: lo tenemos claro pero no sabemos que modelo diseñar, como financiarlo y como encajarlo en nuestra organización.
- Todos hablamos de educación y promoción de la salud, pero la tecnología y la innovación se llevan el protagonismo. Y adoptamos herramientas que nos deslumbran sin analizar su eficacia.
- Hablamos de desinversión basada en la evidencia, pero “mejor no toques nada por si alguien se enfada“.
- Queremos centrar el sistema sanitario en el paciente, pero todo acaban siendo peleas para proteger chiringuitos gremiales (sindicatos, colegios, sociedades, etc).
- Sabemos resolver los problemas más recientes, pero los problemas de siempre (que más bien debieran ser “características“) siguen ahí, como el dinosaurio.
- La ética es sagrada, pero a muchos les da igual que un premio a la lucha contra la obesidad sea para una clínica quirúrgica, que el ministerio avale la homeopatía o que algunas sociedades científicas parezcan sociedades mercantiles.
- ¿Profesionalizar la gestión sanitaria? Todos se apuntan, pero que empiece el siguiente…
- Y como estos, muchos más.
En definitiva, el presente y el futuro cercano responden un poco a aquella frase de Lampedusa: “Si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie.”