El fenómeno Uber ha supuesto un punto y aparte en el sector del taxi y del transporte privado de viajeros. Una aplicación sencilla que pone en contacto a personas que desean desplazarse dentro de una ciudad y a conductores voluntarios que se ofrecen para ello, todo a cambio de una contraprestación económica. Por supuesto, ese precio es muy inferior al precio habitual de un taxi.
En España y en otros países, Uber ha ido acompañada de huelgas del sector del taxi, protestas, amenazas o incluso agresiones a conductores de esta aplicación. Sin embargo, la amenaza de una alternativa más barata (sí, también ilegal) ha hecho que muchos taxistas se expriman la cabeza para encontrar soluciones innovadoras y ofrecer mejores servicios o un valor añadido que esta aplicación no puede ofrecer. Hay muchas lecturas recomendadas sobre Uber, entre otras “Uber sobre taxis y disrupción” (de Enrique Dans), “Taxis en España: liberalizar sin destrozar” (en el blog Politikon) o “Tomar un taxi ya no es lo que era” (en el blog Nada es gratis).
Uno de los conceptos que más nos llama la atención es el de “uberización“, es decir, un fenómeno que permite la reutilización de recursos y que acaba transformando un sector por completo. Hace unos años internet y las redes P2P transformaron (lenta pero inexorablemente) el sector audiovisual, y ahora Uber lo hace con el taxi. Pero, ¿necesitamos un Uber en el sector sanitario? ¿Tenemos delante de nuestros ojos la palanca de cambio que va a conseguir que el sistema sanitario cambie y se adapte a los nuevos tiempos?
Precisamente, el otro día Javier Padilla hablaba en el blog Médico Crítico sobre la necesidad de adaptarse a los nuevos cambios sociales, y ponía como ejemplo el caso de la atención a jóvenes en los centros de salud dado que los horarios habituales de atención suele coincidir con el horario de trabajo. ¿Hay una solución? Concluye Javier en su post: “Si realmente identificamos esto como problema y no lo cambiamos, será la gente la que busque la asistencia en un modelo distinto“, y cuando llega un nuevo modelo que nos amenaza (aunque sea indirectamente), es cuando reaccionamos. Quizás sea la atención online, la telemedicina, los wearables, el móvil o incluso Google (o el buscador de moda en 2017), pero el Uber de la salud está a la vuelta de la esquina.
¿Estaremos preparados o actuaremos como algunos taxistas defendiendo sin más nuestra zona de confort? ¿En qué garaje estarán ahora mismo perfilando ese Uber que transformará nuestro entorno? La economía colaborativa, al más puro estilo wikinomics, nos rodea y el futuro empieza a escribirse de una forma muy diferente. Lo que es innegable es que necesitamos un Uber, y que sea pronto…
Nota: la imagen corresponde al cartel de nuestra película favorita en la que el protagonista es el taxi: “Night on earth” de Jim Jarmusch.
Nota: la imagen corresponde al cartel de nuestra película favorita en la que el protagonista es el taxi: “Night on earth” de Jim Jarmusch.
Interesante reflexión. Te invito a pasarte por Co-Salud, que somos fan de los entornos colaborativos en salud.
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Nos seguimos. Saludos. AB