La portada del último número de la revista Nature es espectacular. El titular es muy claro: Interdisciplinarity. Why scientists must work together to save the world. Y en la ilustración, todos los superhéroes del mundo de la ciencia, que saben que si no están unidos, nunca vencerán. La revista habla de colaboración, de como saltar fronteras profesionales para investigar mejor, de financiación, etc. Suena bien, ¿verdad?
Y mientras Nature recuerda en su portada que para el avance científico todas las profesiones son importantes, en el mundo sanitario parece que sigamos poniendo barreras, estableciendo jerarquías inútiles entre profesiones, y anteponiendo el “yo primero” a cualquier propuesta, proyecto o estrategia. ¿O es que todavía hay que recordar la importancia del trabajo en equipo en las organizaciones sanitarias? Y quien dice trabajo, dice investigación, formación, mejora, reuniones, pases de planta, comisiones de trabajo… el equipo es la base.
Lógicamente el desarrollo profesional es necesario, pero “pasa la vida” y los férreos defensores de la pureza gremial deben darse cuenta que hay que adaptarse, ser ágiles, mover las fronteras y trabajar en los espacios comunes y pensar en el bien común del sistema sanitario. El tiempo pasa, y parece que nada cambie…