Y mientras echas un vistazo al montón infinito de lecturas pendientes (esas que te imprimes en papel porque quieres darte el placer de tomar notas y subrayar), encuentras una revisión del año 2015 titulada “m-Health adoption by healthcare professionals: a systematic review“. El texto aparece publicado en la revista Journal of the American Medical Informatics Association.
La revisión pretende destacar los elementos esenciales que influyen en los profesionales sanitarios para adoptar y empezar a utilizar una aplicación móvil en su práctica profesional, así como las barreras para su uso. Para ello, han agrupado todos los factores en cuatro grandes grupos: factores de la propia aplicación y de la m-health, factores individuales (conocimiento, actitud, etc), factores externos relacionados con las personas y factores externos relacionados con la organización.
Los dos factores esenciales para el uso de una app son muy conocidos: utilidad y facilidad de uso. Otros elementos citados en la revisión son la interoperabilidad (conexión de la app y sus datos con los sistemas de historia electrónica, por ejemplo) y la percepción de beneficio para el paciente (comparándolo con los riesgos que implica el uso de apps). Además, se observó que la familiaridad o el conocimiento previo de tecnologías similares ayudaron a su difusión y uso generalizado.
El tiempo juega un papel muy importante en la adopción de este tipo de tecnologías. Por un lado, la mejora asociada al ahorro de tiempo en la comunicación con pacientes y con otros profesionales. Sin embargo, como barrera aparece el tiempo necesario para su uso o para explicar al paciente como debe utilizarla, lo que acaba generando problemas de agenda para el profesional.
El cambio en la relación con el paciente también tiene su impacto, y de hecho se percibe como una barrera muy importante dado que, con el uso de apps, ciertas reglas del juego cambian radicalmente. Aunque precisamente ese cambio, asociado a una mayor autonomía del paciente y a una mejora en sus cuidados, fue percibido como una oportunidad y como un elemento que ayuda a implantar este tipo de tecnologías.
Finalmente, se incluyen algunos factores (no tan comunes como los anteriores) como la formación, el apoyo de la organización (esencial, sin duda) y la integración de la app en los procesos asistenciales. Entre las barreras se citan elementos como el coste de uso (tanto económico como en tiempo y esfuerzo) y la seguridad y privacidad de la información.