ideas de mejora que sirven de poco



La mejora es infinita… Aprendemos de los centros con mejores resultados, o de guías de buenas prácticas basadas en la evidencia, o incluso de otros sectores (desde la aviación, a la fórmula 1). Sin embargo, esto no es como comprar en Amazon (lo pido, lo tengo), ya que el proceso de implantación no es tan sencillo como parece. Incluso en algunos casos, lo que funciona en el centro sanitario A será un fracaso en el centro sanitario B.

La revista BMJ publicó hace unas semanas un interesante artículo sobre este tema (“Can we import improvements from industry to healthcare?“) y merece la pena que comentemos algunos comentarios que hacen los autores.

Empiezan por algo sencillo: las diferencias entre sectores son abismales. La aviación no tiene nada que ver con la sanidad, aunque es cierto que algunos procesos pueden ser bastante parecidos. Ocurre algo parecido cuando comparamos un hospital con otro, o incluso una unidad asistencial con otra: las culturas de trabajo, las costumbres y los modelos de liderazgo son muy diferentes. Y se trata de diferencias muy relacionadas con los procesos de cambio.

En ocasiones, cuando copiamos de otros sectores o de otros centros, tendemos a simplificar y eso acaba provocando errores o fracasos. Por eso, los autores plantean 3 principios muy útiles:
– Los esfuerzos para copiar ideas de mejora deben tener muy en cuenta las diferencias (y semejanzas) de contexto, cultura, estructura así como las operativas. Traer un proyecto de fuera y no adaptarlo es como encajar una pieza triangular en un hueco circular en el clásico juego infantil: o forzamos la pieza o rompemos el hueco.
– Hay que prestar especial atención a los componentes culturales y organizativos en los que debe basarse el proceso de cambio. 
– El proceso de adopción y puesta en marcha debe basarse en una adaptación cuidadosa y una reinvención inteligente, no en un copia-pega automático.

En la revisión que realiza el artículo sobre diversas mejoras copiadas de otros sectores, nos ha llamado mucho la atención la reflexión que se realiza sobre las listas de verificación. En el mundo sanitario, los checklists se han utilizado, no solo como herramientas para garantizar el cumplimiento de unos mínimos de calidad y seguridad en entornos como el quirúrgico, sino también para facilitar la comunicación dentro del equipo (dado que en ocasiones, dicha comunicación no es la mejor). En el sector de la aviación, el éxito del checklist depende de la existencia de un equipo previo, que se comunica sin problemas y tiene objetivos comunes.

En resumen, aprender del entorno es esencial para mejorar, tanto si se trata de otros centros sanitarios como de organizaciones de otros sectores. Pero no podemos olvidar que es necesaria una adaptación previa a nuestra organización, la cultura, las expectativas de los profesionales y las necesidades reales. Obligar a implementar una buena práctica que funciona en el sector de la energía nuclear sin que los profesionales la perciban como necesaria, es el principio del fracaso. Quizás si se contara más con el profesional a la hora de tomar ciertas decisiones, las cosas serían más fáciles.

Un comentario

  1. Del dicho al hecho hay mucho trecho. A la hora de las mejoras es clave tener un seguimiento y un equipo responsable. Creo que es muy importante inspirarse en otros sectores, pero no trasladar 1 a 1. Recientemente escuché a alguien de la sanidad privada compararse con Ikea por sus ratos de satisfacción (!)

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