¿Cómo dejar de hacer? De la evidencia a la acción


Un reciente editorial de la revista Gaceta Sanitaria trata el tema de la desinversión en el ámbito de las actividades clínicas de bajo valor. Su título es “Desimplementación de actividades clínicas de bajo valor. De la evidencia, pasando por el consenso, hasta el cambio de prácticas“, lo firman Clara Bermúdez-Tamayo, Antonio Olry de Labry-Lima y Leticia García-Mochón y su lectura es muy recomendable.


En primer lugar, comentan la importancia de los procesos de innovación en el mundo sanitario. Quizás en ocasiones nos centramos demasiado en el descubrimiento (cuando llega algo nuevo) o incluso en el de reemplazo (sustituir una práctica por otra), pero la reversión (quitar lo que no aporta valor) es igual de importante, aunque curiosamente mucho más difícil de instaurar.

El editorial comenta algunos de los marcos teóricos en procesos de implementación y su dificultad en la práctica, ya que el paso de la difusión de conocimiento (enviar una revisión sistemática que avala la retirada de un procedimiento concreto) a la acción engloba una serie de dificultades muy importantes que se asocian con el comportamiento individual y grupal de los profesionales. Aunque hay mucha teoría publicada, los autores recomiendan, por un lado revisar el CFIR y el TDF, que recuerdan a una especie de checklist de posibles barreras para no olvidar algunas de las más fuertes (que suelen ser poco evidentes).

La fuerza de la costumbre o la existencia de procesos adaptados a una evidencia que ya ha caducado dificultan mucho un cambio de rumbo. Al final, hay múltiples recetas que deben siempre adaptarse a cada caso concreto, ya que la cultura de cada centro o cada equipo afecta de una forma muy clara a la implementación de estas estrategias de desinversión y de dejar de hacer. Hay experimentos muy interesantes de tipo nudge o de cambios en el diseño de los formularios en la aplicación informática que pueden ser de gran ayuda, como muestra este ejemplo, para así ayudar a cambiar las costumbres. 

Ah, y no podemos olvidar el liderazgo y la existencia de alianzas que refuercen la decisión tomada (más allá de la mera existencia de la evidencia, que muchas veces se ve como algo lejano) dentro del equipo o incluso en la propia organización. Muchos factores y muy diferentes, por lo que es esencial trabajar desde una perspectiva multimodal, que tenga en cuenta todos los elementos que influyen en la práctica en cuestión. Las medidas individuales, que no tienen en cuenta el contexto y la complejidad del sector sanitario, suelen fracasar (hay excepciones, claro). 

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