O las tres cosas



La resistencia al cambio en el mundo sanitario llega incluso a los puestos de dirección (gerentes, directivos, jefes, etc). O mejor dicho, quizás sea en esos niveles donde más se pone de manifiesto. Un entorno en el que sigue importando más el mensaje clásico, en el que las voces desobedientes o rebeldes apenas se dejan oír, y en el que el aquella mítica frase de “el que se mueve no sale en la foto” podría ayudar a entender muchas cosas.

¿Ha conseguido la web 2.0 dar la vuelta a la gestión del conocimiento y el aprendizaje en el mundo directivo? Esta entrada de noviembre de 2012 podría estar firmada hoy mismo, y es que las cosas siguen igual. Pero sinceramente para poder aplicar los principios del liderazgo abierto de Charlene Li, todavía hacen falta muchos más “francotiradores solitarios“, que canalicen y compartan nuevas inquietudes. O las inquietudes que muchos tienen y pocos dicen en voz alta.

Echamos de menos muchas cosas, pero que un directivo (a cualquier nivel) salga de su zona de confort es algo esencial para mejorar la gestión actual. Aunque en la actualidad, muchas decisiones basadas en la evidencia o en la eficiencia están mal vistas, y eso complica la salida de la zona de confort que hemos comentado.

Quizás si hubiera más conocimiento e intercambio de ideas al respecto, la endogamía y el ombliguismo se difuminaría poco a poco. Aunque parece que la sanidad interesa poco, más allá de la crítica y los recortes, o de la nota de prensa clásica (inauguración, nueva investigación, actividad anual y cosas similares). De hecho, hasta en los congresos de directivos nunca se habla de gestión sanitaria: o es un tema aburrido, o es que los directivos sanitarios son malos, o es que son invisibles. O las tres cosas…

Un comentario

  1. Casi todos los francotiradores solitarios ya están fuera de la sanidad pública o ninguneados

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