Algunos jefes buenos

Sin duda, hablar de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) es hablar de excelencia en la investigación, formación y la innovación en salud y sanidad. Y no sólo en áreas de salud pública o promoción de la salud, ya que sus proyectos abarcan temas como la gestión sanitaria, la cronicidad, internet y salud, cooperación internacional, participación de pacientes, y un eterno y prolijo etcétera.

¿Y por qué esta glosa peloteo a la EASP? Primero porque se la merecen, y segundo porque nos sirve como excusa para hablar de su línea editorial. Hace un tiempo hablamos, por ejemplo, de su libro “Equipos con emoción” coordinado por Joan Carles March, en el que colaboramos con un capítulo sobre “Equipos 2.0” escrito al alimón con Sergio Minué.

Pero hoy nos vamos a centrar en uno de los libros dentro de la serie dedicada a como cuidar al profesional. Uno de ellos, escrito por José Luis Bimbela, es “Cuidando al profesional de la salud. Habilidades emocionales y de comunicación“. Otro, escrito por el mismo autor y por Bibiana Navarro, es “Cuidando al formador. Habilidades emocionales y de comunicación“. Y el tercero, que vamos a comentar y que firma Bimbela de nuevo, que trata de un tema muy llamativo e interesante: “Cuidando al Directivo. Cuatro estaciones de gozo y un epílogo de dolor“.

El libro analiza 4 grandes grupos de habilidades necesarias para maximizar el éxito en la gestión minimizando el desgaste personal, cada uno representado por una de las cuatro estaciones. Dentro de la primavera, se encuentran las habilidades emocionales intrapersonales, y se centra en el autocontrol y la gestión de las emociones personales del directivo. El verano ya da un salto hacia fuera, concretamente a las habilidades para el diagnóstico de conductas de los profesionales del equipo. Y así, poder conocer que motiva, refuerza o cambia la actitud de las personas con las que trabajamos. Una vez conocidos dichos factores, el otoño es la estación para “afilar el hacha” y preparar el invierno, mediante habilidades de comunicación interpersonal. 

El invierno es la estación clave, la más difícil, pero la que permite que el directivo vea como su trabajo sirve realmente para algo. Es la estación de estimular cambios en los profesionales, de conseguir promover nuevos comportamientos y emociones. 

El libro es muy ameno y práctico y permite conocer las herramientas básicas para mejorar el trabajo diario de directivos, jefes y responsables, y además conocer los trucos para su uso inmediato. Quizás no ayuden a tomar una decisión ante un problema urgente, pero seguro que ayuda a generar más confianza entre el equipo y a conseguir mejores resultados. 

Para saber más del autor, podéis pasaros por su blog. Y si alguien está interesado en el libro, la descarga es gratuita a través del siguiente enlace.

Acabamos con una de las citas que utiliza el autor al inicio del libro, que firma Albert Jovell y que resume una buena parte del contenido: “No queremos gente triste“. 


1 comentario en “Algunos jefes buenos”

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