Ahorro con criterio: ¿tacita a tacita?





Jordi Varela, autor del blog Avances en Gestión Clínica (muy recomendable) publicó en verano un decálogo de medidas de ahorro con criterio clínico en las organizaciones sanitarias. Los 10 puntos que incluye son los siguientes:


1 – Reducir hospitalizaciones potencialmente evitables

2 – Mejorar la gestión de camas


3 – Potenciar la ambulatorización de los procesos quirúrgicos

4 – Reducir las actuaciones desproporcionadas en oncología e impulsar la atención paliativa

5 – Mejorar el manejo clínico de los pacientes geriátricos frágiles hospitalizados

6 – Reducir la tecnificación desproporcionada de final de vida de los pacientes crónicos y frágiles

7 – Reducir pruebas diagnósticas inútiles o redundantes

8 – Reducir readmisiones y visitas sucesivas innecesarias

9 – Actualizar protocolos para mejorar resultados y costes

10 – Aumentar la seguridad clínica de los pacientes


La mayoría de las medidas forman parte de las estrategias de muchos servicios de salud, pero surgen determinadas resistencias de cara a su ejecución: 
– No existen unidades de calidad para el desarrollo de medidas de reducción de hospitalización o de mejora de la seguridad clínica. De hecho, en muchos hospitales, calidad está unida a medicina preventiva o incluso a docencia, y estas uniones forzadas a veces no son buenas.
– La gestión de camas no es algo que se pueda planificar. Mejor dicho, se puede planificar pero durante los turnos de guardia dicha planificación no siempre se sigue. La figura del responsable de camas, y una correcta asignación de camas a cada unidad, puede mejorar el uso de las camas.
– ¿Queda mucho margen para ambulatorizar procesos quirúrgicos?
– La reducción de la tecnificación y de las pruebas diagnósticas inútiles debería ir asociada a una mejor educación y comunicación en temas de salud. En muchas ocasiones, dicha reducción se “vende” en los medios como un recorte o una actuación contraria al bienestar del paciente. 
– Finalmente, respecto a readmisiones y visitas sucesivas, así como la actualización de protocolos, poco podemos decir. No solo es necesario, es imprescindible. Hay centros sanitarios que ni siquiera actualizan los consentimientos informados, que carecen de protocolos actualizados, que no revisan la evidencia de forma periódica o incluso en los que no se reducen ciertas visitas innecesarias para evitar perder “poder” (es decir, actividad).

Siempre que hablamos de ahorro, recordamos una conversación con Raúl Ferrer (fisioterapeuta y bloguero) acerca de la figura del especialista en rehabilitación. ¿Es necesario que toda la patología que ven los fisios deba pasar primero por un rehabilitador? En el caso de patología sencilla y perfectamente manejable por un fisio, ¿no puede derivar el médico de familia directamente al fisioterapeuta del centro de salud? Con unas buenas guías y unos protocolos de derivación bien trabajados, todo solucionado. Pero, ¿quien quiere hacerlo?

Acabamos con la presentación que elaboró Jordi Varela para explicar su decálogo. Nuestros comentarios son reflexiones procedentes del día a día, pero realmente se trata de 10 medidas que deberíamos revisar para ver si están presentes en la estrategia cotidiana de nuestra organización.

7 comentarios

  1. No creo que la salud de las personas sea un negocio. Hay que reducir costes sin llegar a reducir calidad.

  2. No, la salud no es un negocio; pero salud y sanidad son cosas bien distinas, y la sanidad sí es un negocio que hay que saber gestionar.
    Hospitales y universidades no dejan de ser pequeñas empresas públicas creadas por los gobiernos autonómicos para un fin y es necesario gestionarlas de manera correcta. El problema llega cuando hay que decir no después de haber permitido ciertos excesos que todos sabíamos que eran innecesarios; pero que se han hecho porque nos lo podíamos permitir. Para gestionar mejor los recursos en un hospital hace falta estudiar (repasar indicaciones de pruebas, protcolos, indiaciones de prescripción), y no todos los adjuntos lo hacen…
    Se nos llena la boca con la palabra "gestión"; ¿pero de verdad queremos hacerlo bien? Como diría el maestro Yoda: "Hazlo o no lo hagas; pero no lo intentes".

  3. Salvador Casado @doctorcasado

    aplicar tratatamientos con suficiente evidencia científica, ser prudente con las novedades y evitar aquello que no demuestre utilidad…

    acabo de publicar este tweet que entronca con lo dicho….

  4. Reducir costes…. el abracadabra de la situación económica actual. ¿De verdad alguien se cree que con un coste sobre PIB inferior al 9% en la media del país se puede ofrecer una sanidad del nivel que queremos (la sociedad que paga) que tenga?
    Me gusta el decálogo. A nivel micro es un buen punto de partida. Pero en terminos de mercado afecta poco a la demanda de servicios y mucho a cómo se prestan éstos. Mientras no consigamos controlar la demanda será imposible controlar los costes. Pero disuadir la demanda con pagos (por exclusión de coberturas) o copagos (por motivos variados)no arregla mucho la cosas. El último informe de la OMS habla de que la pobreza severa adquirida por haber tenido enfermedades sin cobertura social (lease pague Vd. a escote)alcanza ya a 160 millones de personas, y hablamos de personas no catalogadas como pobres con anterioridad. Eso quiere decir que el no hacer gasto sanitario a la larga redunda en mayor gasto social y, lo que es peor, mas exclusión y degradación de la convivencia.
    Por supuesto que hay bolsas de ineficiencia, de eso sabemos mucho. pero ahí precisamente es donde los responsables de la macropolítica no actúan. La centralización y la homogeneización tiene sus inconveniencias. No olvidemos que tiene exito el mejor adaptado. Lo que es bueno para unos puede no serlo para otros.

  5. Hola nuevamente, lamento no haber comentado antes; pero la vida no me da para más…

    El decálogo de principios o estrategias está muy bien y creo que muchos coincidirán con él pero luego llega "el momento del NO" y el clínico está sólo y no es únicamente que le falten apoyos sino que hasta sienten que existe cierta parte de la organización que está ahí sólo para dar la razón al usuario cuando protesta por ese "NO".

    Coincido en que hay que controlar la demanda… pero hemos perdido 20 años para hacer el control de demanda más efectivo: el que actuaba sobre los determinantes de salud.

    Respecto a lo que comentais sobre la derivación de pacientes desde AP a fisioterapia sin pasar por el rehabilitador en mi hospital se difinió un catálogo de patologías y una agenda y se hace (no sin resistencias, pero las listas de espera eran un buen argumento) con, creo, seguridad y buenos resultados clínicos para los usuarios.

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