La bombilla o la vela: sobre la innovación


Pues sí, llegas a un hospital, hablas de innovación, o incluso de mejora, o más aún de humanizar el trato al paciente, o de seguridad, o de uso racional del medicamento, o de talleres para mejorar procesos, o de lo que sea… y la mitad de las caras son de “poker”, es decir, de “¿quien es este marciano que ha venido aquí?”. Incluso muchas veces, se tolera que se hagan las cosas mal, sabiendo que deberían hacerse de otra forma, pero la costumbre, el arraigo y el “siempre se hizo así” pesan más que el esfuerzo y la satisfacción del cambio.

Hay centros en los que la apuesta por una cultura diferente consigue que ciertas iniciativas no se vean como extrañas, y las quejas de los pacientes son regalos, las reuniones con profesionales de otras categorías lo habitual y el aprendizaje continuo una responsabilidad. Y no solo, en muchos centros como los descritos en el primer párrafo hay estupendos profesionales que se levantan cada día pensando como pueden hacerlo mejor.

¿Cuando cambiaremos? ¿O cuando acabarán con los que llegan pidiendo cambios? Dos frases para reflexionar:
Cuando estos líderes innovadores intraemprendedores promueven con demasiada intensidad sus ideas y éstas comienzan a ser una amenaza para estos valores/comportamientos considerados importantes y son detectados por el olfato agudo de los defensores del pasado, suelen ser neutralizados” 
Virginio Gallardo en el blog Supervivencia Directiva 

Autoridades, directivos y profesionales toleramos -miramos hacia otra parte- conductas y comportamientos moralmente inaceptables para la salud del sistema.” 
Luis Angel Oteo en la revista e-Ras

Nota: la viñeta es del dibujante albano Medi Belortaja y la hemos visto en el post de Virginio Gallardo de su blog Supervivencia Directiva.

19 comentarios

  1. Ayer mismo estuvimos hablando sobre este tema… los proactivos, los emprendedores (en la situación que sea), en muchas ocasiones son tildados de individualistas, de no ser capaces de trabajar en equipo o colaborar con otras personas y, sin embargo, el problema es que en muchas ocasiones van a un ritmo totalmente diferentes y se desesperan. Y, por carácter, actitud y aptitud, prefieren seguir "su misión" con menos compañeros, o ninguno, antes que ceder en el intento.
    Muy buen post! Gracias.

  2. Juan Carlos Muria Tarazón
    Juan Carlos Muria Tarazón

    Miguel Ángel, mi opinión:
    No es cierto que la gente tenga resistencia al cambio, tienen resistencia a ser cambiados, cámbiales el paso y que propongan ellos. El entorno actual es muy complicado, pero precisamente es una oportunidad para cambiar la forma de hacer las cosas. ¡Mucho ánimo! Y suerte con lo de la mejora de procesos, si me necesitas ya sabes 😉

  3. Terrible, ¿no?

    Y por cierto, tolerar, ignorar, mirar hacia otro lado no nos quita responsabilidad. Nos convertimos en complices. Y luego hablamos de ética, deontología…

    Muy buena entrada.

  4. "Autoridades, directivos y profesionales toleramos -miramos hacia otra parte- conductas y comportamientos moralmente inaceptables para la salud del sistema." Más exacto creo que imposible…

  5. Ayer ande todo el dia de farandula veraniega y no pude comentar, pero me quede con las ganas y por eso estoy aqui.
    Creo que ya hemos hablado alguna vez de esas sensaciones, de esas frustraciones… pero me resisto a rendirme y convertirme en una "ameba" mas de las que campan por las organizaciones sanitarias. Quiero hacer cosas, mejorar las cosas, proponer, crear, aprender. Y quisiera hacerlo con los demas, pero si no quieren lo seguire haciendo solo (bueno, con la ventaja de hacerlo con mi 50%).

    Intentare vencer su temor a los cambios, intentare vencer el miedo a perder el sitio (este es el mas dificil e inmovilista de los miedos)… lo intentare antes de convertirme en una lombriz que no disfruta, entra a las 8 y sale a las 3 sin pensar en nada mas allá.

    Ah!! Y lo haré sin ser complice… al menos sin ser complice consciente.

    Amigasho… me he explallao!! Pero es que me pones!!

  6. esa es la actitud, ahora a limpiar el camino, que al final el "enemigo" vive en casa 🙂

  7. Gracias a todos por vuestra actitud hacia una atención sanitaria responsable y completa. La verdad es que leeros nos da fuerza a muchos pacientes para continuar nadando contra corriente y luchando para conseguir mejoras (cuando no estamos ocupados en intentar contener empeoramientos.

    Algún día, los pacientes podremos ocupar lugares en los que podamos aportar nuestro granito de arena a los debates de las grandes cabezas pensantes que gestionan nuestra salud, nuestras políticas sanitarias y nuestra calidad y esperanza de vida.

    Mientras tanto, intentamos formarnos para que esa contribución sea coherente y nos nutrimos con vuestros debates y vuestra reflexión.

    Gracias de nuevo y ánimo, que aunque no lo parezca, os estamos acompañando en el proceso.
    @juanfuertesguil

  8. Si te refieres a tu actual hospital, la mayoría de los que trabajamos en él no hemos tenido todavía el privilegio de conocer tus ideas sobre "innovación, mejora, humanizar el trato al paciente, seguridad, uso racional del medicamento, talleres para mejorar procesos, lo que sea". Será que no leemos este blog ni usamos Twitter.

  9. Qué bien describes las cosas en pocas palabras. ¡Qué envidia! En ocasiones me ayuda pensar que lo que hacemos es sembrar aunque no vayamos a recoger nosotros la cosecha. Es como pensar en el medio ambiente que queremos dejarles a nuestros hijos.

  10. Parece que para que se produzcan este tipo de cambios se necesita la actitud innovadora en los dos extremos: tanto en la bombilla como en el interruptor.
    Porque si se hace desde arriba sin contar con los de abajo cuesta mucho impregnar a todo el sistema de la cultura, y al revés, los de abajo se acaban desmolarizando de tanto proponer y puede que se quemen o saquen su espíritu innovador fuera del sistema.

    Yo me pregunto ¿qué nos lleva a proteger entornos disfuncionales? ¿miedo a salir de la zona de confort?

  11. Parece que para que se produzcan este tipo de cambios se necesita la actitud innovadora en los dos extremos: tanto en la bombilla como en el interruptor.
    Porque si se hace desde arriba sin contar con los de abajo cuesta mucho impregnar a todo el sistema de la cultura, y al revés, los de abajo se acaban desmolarizando de tanto proponer y puede que se quemen o saquen su espíritu innovador fuera del sistema.

    Yo me pregunto ¿qué nos lleva a proteger entornos disfuncionales? ¿miedo a salir de la zona de confort?

  12. En Sanidad, donde son importantes los médicos, pero también las enfermeras, los administrativos, sobre todo los que tienen atención al público, los de servicios, ¿crees que en general les interesa su trabajo?
    Hay demasiados de los que a mi me pagan por venir, si quieren que trabaje más que me paguen más, y demasiados de los que para lo que me pagan, encima voy trabajar, que lo hagan los que ganan más.
    Y el caso, es que una organización sanitaria es una empresa, y esta en la que trabajamos la mayoría, el Sistema Nacional de Salud, ha quebrado o está a cinco minutos.
    Y cuando esto ocurra, seguro que muchos pensarán que si lo llego a saber, porque resulta que no se hacer otra cosa…
    Todo lo nuevo que suponga mejorar, hacer las cosas mejor, son imposibles sin actitud. Y sin ella no se puede pasar a la aptitud.
    Y esta actitud es imperdonable en los que su trabajo es valorado como algo distinto por la gente, médicos o enfermeras.
    Será que en el fondo tampoco les importa a ellos…
    Y ante actitudes así, no es de extrañar que la organización haga lo que está haciendo.

  13. En Sanidad, donde son importantes los médicos, pero también las enfermeras, los administrativos, sobre todo los que tienen atención al público, los de servicios, ¿crees que en general les interesa su trabajo?
    Hay demasiados de los que a mi me pagan por venir, si quieren que trabaje más que me paguen más, y demasiados de los que para lo que me pagan, encima voy trabajar, que lo hagan los que ganan más.
    Y el caso, es que una organización sanitaria es una empresa, y esta en la que trabajamos la mayoría, el Sistema Nacional de Salud, ha quebrado o está a cinco minutos.
    Y cuando esto ocurra, seguro que muchos pensarán que si lo llego a saber, porque resulta que no se hacer otra cosa…
    Todo lo nuevo que suponga mejorar, hacer las cosas mejor, son imposibles sin actitud. Y sin ella no se puede pasar a la aptitud.
    Y esta actitud es imperdonable en los que su trabajo es valorado como algo distinto por la gente, médicos o enfermeras.
    Será que en el fondo tampoco les importa a ellos…
    Y ante actitudes así, no es de extrañar que la organización haga lo que está haciendo.

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