Covey y los hábitos de las organizaciones sanitarias



Hace unos días fallecío Stephen Covey, escritor de obras de éxito en el mundo de la gestión y el liderazgo y uno de los gurús más influyentes en el mundo del management. Con su libro “Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas“, publicado en 1989, sentó las bases de sus teorías sobre productividad personal, gestión del tiempo y liderazgo.


Precisamente el título de dicha obra ha influido en algunos artículos de temática sanitaria que han adoptado esa estructura. Así, en Pubmed aparecen algunos títulos de ese estilo, como “Seven habits of highly effective school nurses“, “The 7 habits of highly effective medical directors” o “Seven habits (to break) of highly effective people“.

Recientemente, se ha publicado en el New England Journal of Medicine un artículo titulado “The Four Habits of High-Value Health Care Organizations” en el que se destacan los cuatro hábitos que diferencian a las organizaciones sanitarias más avanzadas del resto.

El primer hábito es la especificidad y la planificación. No se toman decisiones a la ligera y todas parten de un estudio y análisis previo. La especificidad implica que existe una división previa de los pacientes y sus necesidades para así asignar los cuidados y procesos que necesita, agrupando las patologías más comunes.

El segundo hábito es el diseño de entornos y rutinas de trabajo. Los procesos se adaptan a las necesidades del paciente, integrando equipos, profesionales y procesos para simplificar el trabajo y evitar las tensiones y problemas que suponen en ocasiones los equipos multidisciplinares.

El tercer hábito es la medición y la supervisión. Muchas veces estas prácticas se realizan para informar al supervisor externo (ministerio, etc.) del funcionamiento de cada centro, pero la mejor forma de aprovechar los datos del trabajo diario es para la mejora continua y para la detección y puesta en marcha de programas de mejora de la eficiencia.

El cuarto hábito es el aprendizaje, ya que se tratan de organizaciones que aprenden. Se fomenta el aprendizaje crítico y se cuestionan todos los procesos para así evitar que la costumbre campe a sus anchas. Nos gusta esta frase que resume muy bien un gran problema en las organizaciones sanitarias:

By contrast, most health care organizations treat clinical knowledge as a property of the individual clinician, “managing” knowledge only by hiring and credentialing competent professional staff.

Por supuesto, hay otros hábitos clave como la cultura organizativa, la coordinación, la comunicación interna (podéis leerlo en este post), y muchas veces dependerá de la vara de medir que utilicemos o lo que entendamos por excelencia. Pero ¿y en nuestro entorno? ¿qué hábito crees que diferencia a las organizaciones sanitarias excelentes?

Tiene Que Acabar by Napoleon Solo on Grooveshark

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