La vida del inventor



Casi de rebote, hemos llegado a este editorial aparecido en 2011 en Gaceta Sanitaria con un título contundente: “La metamorfosis de la salud: invención de enfermedades y estrategias de comunicación“. 


El texto, firmado por Belén Cambronero y María Teresa Ruiz realiza un recorrido a través de términos como disease mongering (invención de enfermedades), lifestyle drugs (fármacos para estilos de vida) o disease awareness (campañas de concienciación de enfermedades), y concluye con algunas recomendaciones dirigidas a los profesionales y a la administración para evitar ciertos riesgos que tiene la comunicación en el sector de la salud.

En el ámbito del disease mongering, se destacan las cinco estrategias básicas que ya presentaron Ray Moynihan, Iona Heath y David Henry en 2002 y que, en ocasiones, es facil detectar en los medios de comunicación:
1. Aumentar la prevalencia de enfermedades, mostrando problemas poco frecuentes como epidemias.
2. Promocionar el tratamiento de problemas leves como síntomas de enfermedades más graves.
3. Transformar los riesgos en enfermedades.
4. Aumentar la preocupación sobre futuras enfermedades en poblaciones sanas.
5. Introducir nuevos diagnósticos para que problemas sociales sean vistos como un trastorno de salud.

¿A quien corresponde educar al ciudadano y controlar la comunicación y la publicidad? ¿Debe la administración seguir los pasos del NHS y publicar semanalmente un análisis crítico de ciertas noticias al estilo de la sección Behind the Headlines? Quizás este paso ayudaría a reconocer si los titulares buscan aumentar ventas o informar al ciudadano, algo muy difícil en la actualidad. Además, tanto las revistas científicas como los profesionales (y sus asociaciones) deberían usar los cauces legales previstos como es Autocontrol (Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial).

Un buen ejemplo reciente habla precisamente de la promoción de fármacos. Resulta que Autocontrol ha resuelto una reclamación relacionada con la difusión de información publicitaria a través de materiales promocionales del medicamento Xeomin en un simposio médico para especialistas en distonía. Merece la pena leer la resolución de Autocontrol (y si os interesa el tema, también la desestimación del recurso de alzada que se presentó).

Si quieres ampliar este tema con un caso real, puedes leer una entrada de saludconcosas de 2010 titulada “La vacuna del VPH, el marketing y los ciudadanos” y el artículo “Drugs for pre-osteoporosis: prevention or disease mongering?” publicado en 2008 en el British Medical Journal. 

The Scientist by Coldplay on Grooveshark

4 comentarios

  1. Que casualidad que yo ayer tuiteara "por más que insistas y haya asociaciones de pacientes y webs hay enfermedades que no existen…".

    jajajaja

  2. Un tema preocupante, y más extendido de lo que parece: la hipercolesterolemia (¿no os habéis dado cuenta de que se iguala hipercolesterolemi a infarto de miocardio, cuando ni de lejos es así, para vender yogures con hierba de escasa eficacia?), el SDAH (un auténtico crimen encubierto) y más. Si os interesa este tema, os recomiendo una serie de reportajes publicados en Periodismo Humano (http://periodismohumano.com/temas/farmaceuticas-razones-para-el-escepticismo) sobre este y otros temas que afectan a la relación farmacéuticas-profesionales sanitarios. No tiene desperdicio.

  3. José Martínez López
    José Martínez López

    Los ciudadanos son la parte más débil de todo esto. Juegan con sus angustias y preocupaciones y les venden paraísos ficticios.
    Como dices, las autoridades sanitarias deberían tomar cartas en el asunto

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