El buen paciente



En teoría, todos los pacientes deben recibir el mismo trato. Sería otra forma de entender la equidad: igualdad de trato. Pero, ¿realmente todos los pacientes reciben realmente el mismo trato y la misma calidad de cuidados? En un entorno como el nuestro, con el famoso y manido Estado del Bienestar, es algo impensable que ante dos pacientes con la misma patología, uno reciba más “atenciones” del profesional que otro.


Pero siendo sinceros y entrando en materia: el paciente que entiende sus problemas, tiene buenas habilidades de comunicación, cumple los tratamientos, es agradable o agradece al profesional sus consejos, ¿recibe mejor trato que pacientes que no se comportan así?


Estas preguntas tan delicadas aparecen en un comentario publicado en JAMA estos días con el título “Do Nice Patients Receive Better Care?“. Y como comentan en el blog de salud del Wall Street Journal, esos pacientes más agradables son los que suelen acabar con el número de teléfono del profesional que le atiende.


Aunque a veces también ocurre lo contrario, y ante un paciente “muy conflictivo“, el profesional prefiere no crearse problemas y a veces accede a (casi) todo lo que piden. Los extremos no son buenos, pero el término medio implica vivir en el país de la utopía.

19 comentarios en “El buen paciente”

  1. Hola Miguel Ángel
    En general creo que somos lo bastante profesionales como para abstraernos de nuestras simpatías o lo contrario hacia los pacientes a la hora de tratarlos.
    Mi teléfono lo doy cuando creo que puede ser necesario por alguna de estas dos razones : el problema del paciente o por sus características personales.
    Curiosamente tiendo a sentirme manipulada cuando me parece que un paciente está siendo muy agradable, ésto sí que me pasa a veces y no me gusta nada.
    Casi peor que un trato diferente según simpatías es que lo sea según el centro hospitalario al que se acuda o incluso el día de la semana, pero que ésto no sea así es también utópico.

  2. Esto viene a ser una modificación de la ley de cuidados inversos de Tudor Hart… porque en un alto número de ocasiones el paciente amable, bien parecido y con conocimiento de lo que le pasa necesita menos del médico que el analfabeto con las uñas como si fueran mejillones y que encima huele mal…
    Por otro lado… ¿equidad es tratarlos a todos por igual?… ¿o eso es una atomización del concepto de equidad sanitaria?… ¿no sería la equidad el objetivo que nos determinaría a buscar cierta discriminación positiva hacia los más necesitados a la hora de diseñar nuestros sistemas sanitarios…

    Por último, comentar que mi vivencia personal es que al paciente desagradable y protestón en muchas ocasiones se le hace caso hasta unos extremos de exponerle a pruebas innecesarias, con los falsos positivos y efectos adversos que eso supone…de tal forma que en ocasiones la medicina defensiva acaba siendo más agresiva que la normal, jeje…

    Un saludo!

  3. ¿Vosotros tratáis a todo el mundo igual? Nosotros no, hay gente encantadora que da gusto hablar con ellos y, hay gente que es insoportable …. da igual la categoría ….

  4. Hello,
    Aunque quisieramos tratar a todo el mundo igual, no podríamos. La simpatía o antipatía del interlocutor es proporcional a la empatía generada por el profesional.
    Pesaos y maleducados, haberlos hailos, como las meigas!
    Mer

  5. Se hace lo que se puede, pero no es facil eliminar los prejuicios que llevamos dentro, que te condicionan inconscientemente a actuar de una manera u otra…
    …como me decía el profesor Jauregui, en un curso de Cyriax, en tu consulta mandas tú, y tú debes establecer junto con tu paciente cliente las normas de comportamiento de esa relación paciente-sanitario.
    …a mi me toca hacer pacientes rebotados y conflictivos, y de vez en cuando sabiendo siempre donde estas tú y que el que tienes al lado es tu cliente, mantienes una "lucha" de poder para dirigirle hacia un bien común, que en mi caso es hacer la prueba diagnostica correspondiente, utilizando la empatia y siempre con mucho feedback, incluso en los momentos de mucha tensión…
    Decirlo es facil, pero cuando el que tienes enfrente no está muy dispuesto a colaborar, tienes que respirar varias veces profundo y hacer tu trabajo, se convierte en un autentico reto.

  6. Juana, por supuesto que hay gente encantadora y gente casi insufrible. El trato profesional no debe afectarse por eso, y creo que no se afecta. No hablo solo de mí misma, también de lo que he visto en todos los que han trabajado conmigo en general.
    Tengo muy presente, e intento hacérselo ver al paciente, que mi objetivo y el suyo es el mismo. Nos costará más o menos aproximarnos a él, el equipo que formamos los dos tendrá más o menos dificultades en el desempeño, pero no nos desviaremos del camino.
    Hace poco pedí a una paciente que cambiara de médico, las dos lo pasábamos mal en la consulta y no le veía ningún sentido, así no podíamos trabajar bien, pero no aceptó. Me esforzaré al máximo si sigue conmigo y realmente pienso que la mayoría de mis compañeros haría lo mismo.
    Lo último, una frase de mi aitxitxe (abuelo) que mi amatxu (madre) me suele recordar : lo peor que te puede hacer un burro es ser otro burro. Suena un poco fuerte pero a mí me encanta.

  7. En los cursos de entrevista clinica lo primero que te dicen es que todos tenemos un prototipo de paciente que nos cae mas simpáticos y otros mas antipáticos…por su rol, su clase social o cualquier prejuicio que al final todos tenemos. En esos cursos suelen enseñaste a superarlos para dar un trato profesional a todos.
    Y estoy de acuerdo que el trato no es por igual por mucho que lomintentes porque no siempre estas igual ni porque al final reaccionamos mucho ante el medio. Si que hay que intentarlo una y otra vez para hacer mejor el trabajo porque los prejuicios pueden hacerte equivocarte. Negar los errores es repetirlos

  8. La intención de esta entrada es dejar claro que pese a la intención teórica de tratar a todos por igual, nunca se puede hacer… y como dice javi, al paciente mas "borde" se le pide de todo (medicina agresiva/defensiva en el fondo).

    Es dificil esto de ser ecuanime 🙂

  9. Hola, poneros en el lugar del paciente.. también hay todo tipo de medicos y enfermeras y a veces ellos mismos te tratan mal, no te explican bien las cosas y esto hace que el propio paciente desconfíe y cambie su actitud.. encima estás enfermo, no lo olvidemos..

    Si que hay diferentes tratos según los pacientes y también es verdad que si vas recomendado (soy el amigo de….) también el trato cambia.

    Qué le vamos a hacer.. es parte de nuestra sociedad y ocurre lo mismo en otras áreas, no solo la medicina..

  10. Cierto, es muy difícil tratar a todos los pacientes por igual. Siempre hay uno con el que acabas teniendo más afinidad,(por su forma de hablar contigo, sus gestos e incluso por sus acompañantes) y otro con el que parece que es imposible tener una conversación sin ponerte nervios@.

    Personalmente intento ser agradable siempre pero, lo dicho, lo intento, porque alguna vez ha sido algo que me ha costado mucho. En mi caso, las dos ocasiones donde he tenido que pararme a pensar que si me pongo a la defensiva no voy a conseguir lo que quiero, es decir, lo mejor para el paciente, han sido cuando he sentido una barrera, un muro por parte del paciente donde todo todo todo lo que le decía, explicaba, parecía que rebotaba, tal cual. Es más, no sólo es que rebotara sin hacer por entender lo que le decía sino que recibía reproches por lo que otros habían hecho o habían dejado de hacer, por lo mal que estaba todo, que no había derecho etc, etc…

    Poner una buena cara, conseguir que no te afecte todo lo que te dicen es muy difícil, prácticamente imposible, al menos para mí. Cuando me ha pasado eso os aseguro que he vivido malos ratos, incómodos y, si encima se le ha sumado un día torcido, he acabado al borde de la lágrima, en fin… Lo bueno es que, al menos hasta ahora (admito que llevo muy poco tiempo en el mundo de la medicina), en ese mismo momento, en esa misma entrevista, he conseguido acabar relativamente bien. Me conozco y cuando no es así me voy a casa con una sensación muy mala que, por mucho que lo intente, no se va en todo el día.

    De tal manera que claro que hay todo tipo de pacientes, pacientes que te hacen más fácil todo y pacientes o familiares de pacientes (estos suelen ser los peores, al menos en el mundo de la oncología) que no paran de quejarse y hacer todo mucho más difícil. Pero al final, en el segundo caso, casi siempre se consigue llegar al punto medio donde la relación es cordial y llevadera.

    No es fácil trabajar y hacer las cosas bien con quien no para de quejarse, de "atacarte", pero lo de contar hasta 10 antes de "saltar" en esos casos suele ser una buena solución.

    Y lo de la medicina defensiva… por supuesto!!! A veces es la solución más fácil. No paran de reclamar una prueba que no necesitan y… a veces se la acaban llevando "por no aguantar la chapa" o "por no pasar un mal rato a su costa"… triste, pero cierto. Somos humanos y no nos gusta pasar esos malos ratos… Que somos muchos los que si es así luego nos lo llevamos a casa…

    Bueno, menudo rollo! Gran entrada Miguel! Me ha encantado!

  11. Mi opinión es que primero somos personas… y según cómo seamos como personas seremos como profesionales/pacientes. Y creo que no sólo se puede medir al buen/mal paciente en base a su entidad como tal, sino que hay que entender que ellos se comportan muchas veces en base a cómo sea el personal que le atiende. Me explico: He tenido pacientes bordes/estúpidos que venían rebotados de otros profesionales y que cuando hemos aclarado los términos de uso de la enfermera que era yo, resultaron ser de las mejores personas/pacientes. Simplemente yo he pagado la mala relación con otros profesionales.
    No hay blanco ni negro. A veces el mal rollo lo generan/generamos los mismos profesionales y muchos no son capaces de verlo.
    Por otro lado, hay pacientes que exigen literalmente que los profesionales seamos "secretarias del 1,2,3…" sonrientes y obedientes y si no aceptamos todas sus exigencias, pasamos a la categoría de borde/mal profesional.
    Tema complejo cuanto menos, pero no hay blanco ni negro… demasiados matices me impiden, a mí por lo menos, a generalizar y sacar con ello una conclusión.
    Yo trato a todos por igual -o eso procuro-, buenos y malos, lo que pasa es que con los buenos converso más y a los malos sólo les doy lo que me obliga mi profesión.

  12. La equidad es un concepto teórico que, en mi opinión, hace referencia a la disposición previa de un sistema para ofrecer las mismas oportunidades a todos.
    Se trata, por tanto, de un derecho que va ligado a una obligaciones para poder hacerlo real en la práctica.
    Obligaciones generales como ciudadano, "políticas" si se quiere, en las que cada uno contribuimos con nuestro dinero (impuestos) y opiniones (votos) a diseñar el sistema que preferimos. Esta parte, que parece lejana al tema planteado, no lo es tanto, solo hay pensar en la preferencia generalizada por la apertura de hospitales cerca de nuestras casas y cómo ésto afecta al reparto de recursos y las posibilidades de disponer de medios suficientes en todos los niveles asistenciales por igual.
    Obligaciones concretas como paciente, "de comportamiento cívico" si se quiere, en las que el paciente contribuye con su compromiso (uso racional de los recursos) y su colaboración (comportamiento en relación con sus asistencia) a hacer posible dicha equidad.
    En este sentido, a la administración (clínicos y gestores) nos toca aprovechar lo mejor posible los recursos de que disponemos para ofrecer unos máximos (que no mínimos) estándares de calidad. No quiero echar balones fuera porque aún queda un camino largo por recorrer pero me gustaría dejar constancia de que para mejorar en el reparto de recursos es necesario concienciar también del ciudadano (que un día será paciente).
    Por otro lado, también es tarea de la administración garantizar una formación de calidad a sus profesionales (ya se hace) y una disposición de ánimo favorable día tras día (esto se hace menos). Cumplidas estas premisas, si el ciudadano/paciente no cumple con sus obligaciones y quiere como paciente lo que no ha elegido como ciudadano o su comportamiento no llega a unos máximos (que no mínimos) de respeto y compromiso, entonces, habiendo sido garantizado el derecho a la equidad, el trato recibido no será igual, como se comenta en la mayor parte de comentarios al post, pero nada tendrá que ver con la equidad y si mucho, como también se ha apuntado ya, con el fluir de la vida misma.
    Un saludo.
    PD, hay que trabajar más con los ciudadanos antes de que sean pacientes (incluso antes de que sean mayores) para que cada cual tenga claro su papel en este tipo de acuerdos.

  13. En mi opinión hay un minimo de cuidados que recibe cualquier paciente independientemente de como se comporte, y que suele ser lo necesario para su tratamiento sin escatimar en ninguna intervención ya sea diagnóstica o terapéutica. A partir de ahí es inevitable generar más empatía con unos que con otros ya sea paciente o profesional, puede que eso repercuta en facilidades en el trato administrativo, pero no en la calidad del cuidado ofrecido.

  14. Ser profesional es garantizar la equidad en el trato.
    Las mayores limitaciones son los sesgos en nuestra percepcion del paciente: hiperconsultador?, reiterativo?, toxicomano?, marginalidad? Inmigrante?…..
    Muchos sesgos y poca preparacion en la mediacion con lo desigual.
    Como médicos de familia estamos mas preparados para tratar con nuestros pacientes en simetria..pero seguimos siendo seres humanos con nuestras limitaciones.
    Este es otra áres profesional que tenemos que trabajar para ser mejores médicos y personas

  15. Mi comentario va en la línea de Raúl (fisioentrevías).
    Una cosa es la atención sanitaria que le proporciones a alguien (intento no hacer distinción alguna), y otra cosa es el resto de la relación (saludos, sonrisas, etc.)
    Pero no sólo en la atención sanitaria, en la vida ocurre lo mismo. Con unos tienes más afinidad, y con otros menos (compañeros de trabajo, vecinos, familia…) pero siempre hay unos principios básicos que no debemos olvidar con (casi) nadie.

  16. Yo lo que pido a mis pacientes es que confíen en mí. Ya si además son amables, simpáticos, cumplidores y me hacen caso no se puede pedir más. Pero si no son nada de lo anterior no pasa nada. Solo que confíen, que no es poco. Mejor dicho, es muchísimo.

  17. Rvista ATen Prim de hace unos años en pacientes hiperfrecuentadores con relaciones vividas por el profesional como dificiles: la mayoria de l amuestra se sintio BIEN tratada por su medico…las tecnicas de entrevista parece que sirven para algo…o disimulamos muy bien

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