¿Más datos, menos precisión?

Nos encanta cuando en revistas y publicaciones no sanitarias se hablan de temas de salud y además con análisis certeros. Un buen ejemplo lo tenemos con la revista Time que habla de historia clínica electrónica y seguridad del paciente en su artículoThe Health IT Paradox: Why More Data Doesn’t Always Mean Better Care“.

Como cuentan, a veces no todo cabe en una sola pantalla y los profesionales no acceden a información adicional que está a un click de distancia (necesaria para el tratamiento) o bien se presuponen datos antes siquiera de verlos. Una alternativa de ayuda no tecnológica es el de las pizarras en urgencias, que ayudan a localizar más fácilmente a los pacientes, y a distinguir a los adultos de los niños (poniendo ositos de peluche en el cuadrante de los niños, para distinguirlos inmediatamente, como señalan en el artículo).

La historia clínica electrónica y las nuevas tecnologías son una herramienta que está transformando la atención sanitaria, pero la esencia debe ser la misma. Las TIC no son el fin último, ni mucho menos, pero nos deberían ayudar a trabajar y cuidar/curar más cómodamente. Pero, ¿quien se adapta a quien? Es mucho más sencillo adaptar el sistema a la forma de trabajo que al revés, pero a veces nos empeñamos en hacer difícil lo fácil.


Aunque claro, teniendo en cuenta que muchas veces las aplicaciones obligan a visitar varias pantallas o pinchar en botones semiocultos: ¿conviene vencer la pereza del profesional con recordatorios? A veces estas aplicaciones son tan complejas que es difícil simplificar la introducción y consulta de datos. Unir la comodidad, la complejidad y la usabilidad de la aplicación es casi imposible…

4 comentarios en “¿Más datos, menos precisión?”

  1. Una entrada genial, Miguel, como siempre.

    Algunos comentarios basados en mi experiencia:

    En demasiadas ocasiones la herramienta se convierte en un fin, en lugar de un medio para ayudarnos a llegar a dicho fin.

    A veces se unen malos consultores
    tecnológicos (con poca experiencia en sanidad) con profesionales sanitarios (con poca experiencia tecnológica)… y entre que no se bien como pedirte, que me puedes ofrecer y no sé (o no me interesa, que de todo hay) cómo ayudarte… ¡pues un desastre!

    También puede ocurrir que se intente adaptar una herramienta previamente desarrollada para otro escenario, o lo que es peor, para otro uso… lo que termina convirtiéndose en un: adaptar la forma de trabajo a la herramienta en lugar de al revés.

    Bien es verdad que las cosas van mejorando y cada vez hay más profesionales con perfiles mixtos tomando decisiones y dándole un poco más de coherencia a la introducción de la tecnología en el ámbito sanitario.

    Un saludo.

  2. Muy interesante la entrada y los comentarios de Francisco.

    Desde la parte de las TIC quiero aportar un par de ideas complementarias.

    La primera es que la presión de los precios en los mercados hace que los consultores estén muy pendientes de la productividad a corto plazo y tengan la mente menos abierta a la escucha y la reflexión y posiblemente reciban menos formación contínua.

    La segunda es que el debate sobre si la herramienta se debe adaptar al usuario o viceversa creo que debe dejar paso a una tercera vía que iria por la colaboración para innovar y definir procesos eficientes que aporten más calidad y disminuyan los riesgos. Para ello la involucración de todos los actores desde el principio con estrategias Living Lab o equivalentes puede ser la clave. Cuando el arquitecto y el cliente trabajan en la definición de la casa, posiblemente el cliente consiga la casa deseada. Si todos los actores creen en el proyecto y lo ven como suyo, en el camino el "no funciona" pasa a ser "a ver como hacemos para solucionar esta incidencia"

  3. Hola. Me ha parecido interesante ese artículo de la revista Time, sobre todo porque cuando a veces estás tan centrado en lo tuyo, es conveniente que venga alguien de fuera para hacerte pensar y reflexionar sobre si el camino es o no el adecuado.

    Creo que actualmente hay una especie de carrera hacia delante en el desarrollo de la HCE para incorporar el máximo número posible de datos y funcionalidades. Es aquí cuando hay que recordar que muchos datos no es mucha información, pero el principal problema me parece que es el diseño.

    Las aplicaciones que conozco adolecen de un diseño pensado para el uso que van a tener.

    Es un problema de madurez de las aplicaciones de HCE. Hasta hace muy pocos años casi no había aplicaciones asistenciales, y ahora estamos en el momento en que ya hay una oferta muy amplia, y aunque hay estándares sobre cómo presentar la información la mayoría no los sigue.

    Estándares como el Microsoft Health CUI pueden discutirse, pero están ahí y están bien pensados, y la gran mayoría ni los usa ni los tiene en cuenta. Por ejemplo, a esta alturas aún hay pocas aplicaciones que muestren en condiciones una gráfica de constantes vitales (casi siempre hay solapes que dificultan la lectura, o no tienen zoom, o la dibujan en sentidos opuestos…)

    El reto es organizar la información y formalizar la forma de consultarla.

    Un saludo a todos.

    Ricardo

  4. Realmente complejo. Y yo soy exceptico en cuanto a la unificación de la HCE a nivel nacional. Camino casi imposible porque p. ej en el SESCAM hay 3 modelos de HCE: Turiano en AP, Mambrino en Especializada y K-sas en Residencias dependientes del SESCAM. En cuanto a la revista Time, muy buena, aunque yo estoy suscrito por unos 3 euros al mes a Newsweek a través de mi Kindle-amazon, y en el último número también hay un interesante artículo sobre mamografías ¿digitales o no? y su coste, etc, llamdo 'The mammogram hustle'. Si puedes échale un ojo, tú que sabes de números, pues habla de costes y esas cosas de las que sabéis los del economato.

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