Reflexiones sobre la factura sombra


Factura sombra o nota informativa, da igual como la llamemos. Este año 2010, ha sido el año de intentar educar al ciudadano sobre lo que cuesta la sanidad. Y si el copago no ha sido muy aplaudido, parece que informar del coste de cada asistencia al ciudadano con una factura “de mentira” puede servir para algo.

Andalucia se lanzó hace pocos días y ha acaparado la atención de los medios como si de una novedad se tratara, y es que muchos medios han olvidado que Galicia y Valencia llevan enviando facturas sombra desde 1998 y 2003 respectivamente. Este análisis de Público es bastante completo y muestra la situación actual en todo el país, con datos, opiniones, etc.




El Hospital Costa del Sol de Marbella ha sido el primero en entregar la nota informativa (aquí un ejemplo del documento que entregan) a sus pacientes, con algunas citas en prensa un poco curiosas sobre el momento de la entrega: Aún con el gorro quirúrgico después de ser operada de cataratas del ojo izquierdo a sus 78 años, Inés Guerrero ha elogiado la iniciativa porque “es una forma de saber dónde van los impuestos”.

¿Y su utilidad? ¿Servirá de algo? Algunos ven detrás de esta iniciativa el “fantasma del copago sanitario“, pero casi parece un intento de confundir al ciudadano. Guillem Lopez Casasnovas propone “campañas informando al paciente de qué cuestan las intervenciones al sistema. Este experto también propone crear una especie de hoja resumen anual de cuál ha sido la utilización que cada ciudadano ha hecho del sistema, lo que permitiría detectar si se diera un uso indebido“. 

Por su parte, Albert Jovell ha indicado que los ciudadanos no van al médico por gusto: “No somos clientes del Sistema Nacional de Salud, somos usuarios y pacientes. No elegimos cuándo vamos ni cuánto nos cuesta. Vamos a utilizar igual la sanidad, cueste más o cueste menos“. Otra voz crítica es la de Marciano Sánchez Bayle, de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), que ha señalado que es una medida de alto coste y que no va a implicar ningún cambio en el comportamiento del ciudadano. 

¿Y que ocurre con el paso del tiempo? El efecto informativo de la factura se diluye y tras una etapa en la que el ciudadano se fija atentamente en el importe, poco a poco lo olvida. No obstante, la sociedad empieza lentamente a asumir que todo tiene un coste, incluso en un sistema sanitario público y gratuito. La puesta en marcha de iniciativas como la factura sombra tiene efectos a corto plazo (que no afectan al comportamiento) pero no hay evidencia de su influencia en la frecuentación a largo plazo.

Como complemento a lo comentamos, dos recomendaciones: esta entrada del blog Inquietudes de Primaria y el debate que se ha creado en el grupo de Linkedin Gestión Sanitaria sobre la factura sombra.

12 comentarios en “Reflexiones sobre la factura sombra”

  1. La verdad es que en Catalunya se lleva aplicando en hospitalización desde hace al menos 12 o 13 años, y tampoco ha supuesto una mejora o un uso más racional de los servicios… de hecho el documento queda diluido entre las altas médicas y de enfermería, las prescripciones al alta…

    Supone un sobrecoste al sistema y de una utilidad poco clara para el ciudadano.

  2. Vosotros que sabéis y tenéis experiencia, tal vez no sirve dársela a cada ciudadano, pero serviría hacerlo público cada cierto tiempo.

    No somos conscientes de que la
    Sanidad es muy cara y los medicamentos también son muy caros, el problema es que ni lo tienen claro los pacientes ni los médicos, ni el personal que trabaja es Sanidad.´

    Mi sensación es que el "derroche" es espectacular, el personal trata mal aparatos que cuestan más que su sueldo de un año, el personal trata fatal los bancos, los edificios, los baños …. todo lo que es "público", los abuelos consumen medicamentos o los acumulan, para luego tirarlos, porque son "gratis" y, no añado más para no ser pesada, pero si alguien se cree que no contribuye a todo esto, es que está ciego.

  3. Estoy totalmente de acuerdo con Juana. También tengo la sensación de que existe una tendencia a tratar peor e infravalorar todo lo "público"… Y sin entrar en el tema de los medicamentos "gratis"…

    En lo que a mi respecta, creo que si la gente fuera consciente de lo caro que es todo lo que rodea la sanidad (las pruebas que se piden,los tratamientos que se ponen, el personal…) puede que fuera al médico sólo si lo necesitara realmente. Y digo ésto no por mis pacientes (no son de los que van a la urgencia porque sí…) pero cuando hacía guardias de puerta… ufff!!! Había cada caso!!! De verdad, lo ven "gratis" y muchas veces van porque sí, total, lo tienen cerca de casa… Y no saben que eso supone un dinero y un tiempo que vale mucho!!!! Te llegan exigiendo una analítica, una prueba de embarazo, una radiografía, que les vea tal o cual especialista… Y no sólo éso, a veces te exigen pruebas tan específicas como puede ser una RMN!!! Pero cómo les voy a hacer una prueba de tales características si no hay nada urgente que precise que se la hagan… ufff!

    En fin, ójala que todos nos vayamos concienciando de lo que valen las cosas y aprendamos a valorarlas como es debido. Si no creo la privatización se acabará haciendo con si no todo sí casi todo… 🙁

  4. A mi esta medida me gusta. Es más, hace un tiempo comenté en que debería extenderse a otros servicios públicos (como la educación, por ejemplo) o, como hizo un ayuntamiento, poner una etiqueta (como si de una tienda se tratase) en los bancos, farolas, cubos…
    En España pensamos que lo público "no es de nadie" en lugar de pensar "que es de todos" y estas medidas, más que para saber el coste real de una operación (o de un colegio o una farola) ayudan a "educarnos" como sociedad en la importancia de pagar impuestos para tener unos buenos servicios.

  5. Soy cirujano y desde hace tiempo me escandaliza bastante el uso que se hace en quirófanos y hospitalización de las cosas. No se abre un hilo de uno en uno, se abren compresas a manta, máquinas… Siempre he pensado que sería mucho más práctico que las listas de precios estuvieran junto al material fungible que usamos en los hospitales. Igual empezábamos por concienciarnos nosotros mismos primero.

  6. El último comentario me ha encantado, no quería añadir más, pero puestos ….
    Nos gastamos una fortuna en arreglar aparatos muy caros por que se "precipitan" (así le llaman a tirarlos al suelo) ¿sabéis lo que cuesta arreglar una mesa de quirófano? 3000 euros, es que le damos al mando sin control y nos la cargamos …. es para contar y no terminar …. podríamos contratar una regimiento de personal asistencial si cuidásemos lo que tenemos.
    Siento ser pesada, pero todo lo que hay en un hopital es carísimo, todo …. hasta los suelos de los quirófanos.

  7. A mi también me ha gustado el comentario de "anónimo"; hace tiempo que tengo diseñado un estudio en el cual la intervención sería, justamente, comunicar mensualmente el coste del fungible al personal del quirófano y comparar el uso de materiales por tipo de intervención en los meses previos y posteriores; pero no lo he podido realizar por falta de acceso a la infromación desagregada…

    En fin, respecto a lo de "sombrear el repago"… Portugal puso tasa simbólica con información sobre el coste del servicio y… la frecuentación siguió igual; de hecho han quitado la tasa.

    Considero que la única medida 'crematística' efectiva (pero profundamente injusta) sería pasar a un pago-rembolso en los servicios y prestaciones en los que la presión es mayor y no existe un diagnóstico o condición que justifique a priori la asistencia; pero, insisto, es una medida profundamente injusta con las personas con menos patrimonio

  8. Esta tarde he leído en Twitter "si pagas cacahuetes, contratas monos". Es decir, tratando al paciente como a un cliente (enfatizando la relación económica entre él y el sistema sanitario) obtendremos no sé si prudencia al consumir, pero seguro que un cambio de relación.
    Dicho esto, no creo que mostrar los precios sea particularmente efectivo, porque el modelo actual en el que algunos pacientes "se cogen" la baja o exigen pruebas o tratamientos o soluciones proviene más de la concepción de estar sano como un derecho y de la intolerancia a la incertidumbre, la frustración y el sufrimiento.
    En lo que nos toca a los médicos, que es mucho, muy de acuerdo con Anónimo en comenzar por la autoconcienciación. El criterio económico no debería primar, pero cuando uno receta determinados medicamentos o hace pruebas diagnósticas debería ser consciente de su responsabilidad. O es que a los estudiantes, o residentes, alguien les explica cuánto valen un Pantoprazol iv, un TAC o una consulta médica? A mi no, y me hubiera gustado.
    Un temazo para discutir…

  9. Estoy cansado de oir que hay que educar al ciudadano sobre lo que cuesta la sanidad.. porque abusa y esto se va a la..
    No hay que educar a ese médico que llega al hospital a las nueve y se va la una porque ha "acabado", o tiene que ir a comer para hacer por la tarde peonadas, o tiene que ir a comer porque a las cuatro comienza su privada.
    No hay que educar a ese médico que dice que las agendas están llenas y hay cuatro meses de lista de espera, pero en su casa y con la misma especialidad lo ve en quince días.
    NO hay que educar a ese especialista de digestivo que te riñe si pides una endoscopia, pero en su casa le hace sin venir a cuento una gastroscopia y una colonospia porque a los cincuenta hay que mirarse.
    No hay que educar a ese médico que receta lo último, lo más caro, lo que le paga el congreso en Acapulco, mientras que a los de primaria les crucifican si recetan algo que no sea genérico.
    No hay que crucificar a ese administrativo, auxiliar, enfermera, médico, que utiliza la fotocopiadora para copiar los apuntos del niño..
    No hay que crucificar al que abre sin necesidad materíal que sabe que no va a utilizar..
    Hay que crucificar al paciente..
    Y yo iba a cortarme las venas cuando veo que mis iguales piensan todos que hay que crucificar al paciente, , porque pensé que era el único que opinaba así, y de esto no entiendo.. pero me he quedado un poco más tranquilo cuando hay catedráticos que opininan que la factura fantasma es una fantasmada.
    ¿Hay que racionalizar el gasto?
    Pués claro que sí. pero primero diagnóstiquemos la causa de la situación..

  10. Y en otros orden de cosas, los que han definido las tarifas son unos ingenieros de la contabilidad analítica.
    Como puede uno entender que un transplante en ARagon sean 100 mil euros y en Valencia 50 mil..
    Si yo vivo en la Coruña, me voy a urgencias hospitalarias de Valencia.. que me cuestan doscientos euros menos y de paso me doy una vuelta por el Saler..
    O como se come que una consulta de primaria cueste, aunque no lo valga, 54 euros..
    El año pasado yo tuve del orden de 8000 mil.. parece que he producido 432 mil euros y he ganado 64 mil..
    Es evidente que alguién se está haciendo rico a mi costa y me está estafando, mañana voy al juzgado.

  11. Xosé Manuel Meijome, yo he intentado durante mucho tiempo saber exactamente lo que nos cuesta una intervención standard como una hernia, vesícula… y calcular las variabilidades entre personal incluso dentro del mismo servicio. ¿Creeras que ha sido imposible? La primera barrera los de suministros y compras no te facilitan precios unitarios, en farmacia igual.. en fin que al final piensas que esto igual solo te importa a tí y acabas tirando la toalla.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll al inicio