El aprendizaje y el cambio de comportamiento obliga a recordar constantemente al profesional y al ciudadano la información relevante en cada caso. Y con tanto ordenador en las consultas, en urgencias, en los centros de salud y hasta a pie de cama, es lógico que los típicos carteles o folletos se cambien por recordatorios en la propia aplicación (sea historia electrónica, prescripción o la que sea).
Encontramos en el suplemento de Seguridad del Paciente del Boletín de la Agencia de Calidad la referencia a una revisión Cochrane titulada “Efectos de los recordatorios en las pantallas de los ordenadores de los médicos en su lugar de trabajo sobre los procesos asistenciales“, accesible a texto completo en este enlace. Sin embargo, las conclusiones no son muy alentadoras: los recordatorios informáticos en lugares de atención logran mejorías de leves a moderadas en el comportamiento del profesional sanitario.
Quizás sea el momento de acudir a los expertos y comprobar como hay otros recordatorios mucho más persistentes. Enjuto Mojamuto sabe mucho de estos temas, y de hecho en este primer vídeo se enfrenta cara a cara con la realidad.
Este segundo vídeo, además, es un claro ejemplo de marketing farmacéutico. Muy recomendable también.
¿Mejorar de la toma de decisiones? Contratemos al pulpo Paul.
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