Mejor discutir con datos

Muchos hospitales que no pueden tener todos los servicios que necesita suelen concertarlos con centros privados, y de esta forma sus resonancias, PET-TAC, intervenciones de hemodinámica, etc se realizan en otro centro, al que se le paga la correspondiente tarifa.

Leíamos hace unas semanas que el Hospital de Donostia iba a poner en marcha una unidad de hemodinámica propia y así dejaría de enviar pacientes a la Policlínica Guipuzkoa (centro privado). Hasta aquí todo normal, nada debería llamar la atención. ¿O sí?

En la noticia se descubre un debate político acerca de la conveniencia de poner en marcha dicha unidad frente a la alternativa de seguir derivando pacientes al centro privado. Discusiones políticas, basadas en definitiva en la tradicional (y baldía) dicotomía entre sanidad pública y privada. Con lo fácil que habría sido disponer de un estudio de evaluación económica basado en los costes de cada alternativa. Algo del estilo “con este escenario y estas pruebas al año, con las desviaciones motivadas por el incremento de uso (típico), el coste individual por prueba es menor en…”

No obstante, suponemos que el propio Hospital manejaba su propio estudio de costes, cosa lógica en un empresa sanitaria, sea pública o privada. Pero lo curioso es que no se utilice en el debate público acerca de la conveniencia de poner en marcha o no la nueva unidad, ya que esgrimir las diferencias en costes sería un elemento disuasorio clave. Claro que tal vez no ayude a generar polémica ni sirva para salir en prensa.
Aunque si lo pensamos bien, ¿todas las decisiones correctas en sanidad siguen siempre lo que señalan los estudios? Si así fuera, alguno de los hospitales o centros de salud inaugurado en los últimos 5 años en España no se habría ni construido, seguro. Hay muchos condicionantes no racionales en la toma de decisiones en sanidad, y es que lo lógico, lo justo y lo necesario no siempre van de la mano.

10 comentarios en “Mejor discutir con datos”

  1. Tú lo dices, Mañez Mío, no todas las decisiones en materia de sanidad se toman en base a estudios técnicos… es más, la Sanidad Pública es una moneda de cambio a la hora de conseguir votos y papeletas en unas elecciones.
    Es lo que tiene, que estamos haciendo cada vez más Púbica a la Sanidad.

    (y no es una errata, era por no poner que la estamos jodiendo)

  2. ¿Sabemos el valor coste-efectivo de algunos tratamientos carísimos? …. si solo "curan" al 20% ¿los quitamos? …. complejo, complejo ….
    ¿Merece la pena tratar a una persona para que viva 3 meses más? teniendo en cuenta que el coste es elevadisimo ¿es justo con los demás? …. nos movemos en terrenos más que complicados.

  3. Creo que es imposible plantear la salud y el sistema de salud, en términos económicos de coste/efectividad económica,como un producto más. No deberíamos hacerlo. Os propongo contestar en primera persona o pensando en alguna persona querida, las preguntas que hace Juana. Es un ejercicio que hago a menudo. Y merece la pena.

  4. Juan, planteas el caso extremo. Pero estoy con manyez en una cosa: en los debates públicos -de Sanidad y de TODO- debería existir la costumbre, la obligación de hablar con datos o no hablar. Si tal opción le parece mejor o peor, justifique por qué.

  5. Alain no son casos extremos, leo a Medex (que por cierto es un médico interesantísimo y os lo recomiendo) comentaba que el 70% del gasto en salud que hace una persona, lo hace en su último año de vida, los EEUU son bastante rigurosos en sus estudios.
    ¿De que estamos hablando entonces?
    Es muy complicado elegir, muchisimo.
    Como dice Olga, merece la pena hacer esa reflexión.

  6. Y la reflexión también es ¿merece la pena hacer un centro de salud para atender a una población pequeña? y ¿un hospital? …. ¿mejor desplazar al paciente que hacer el hospital? …. ¿existe Huesca?¿tiene hospital?¿merece la pena mantener un hospital en un sitio así? …. la pregunta "cumbre" ¿estamos dispuestos a pagarlo? ….

  7. Para un planificador sanitario, y para un gerente de un área de salud o de un hospital existen unos cuantos parámetros para tomar decisiones, y si bien es cierto que el parámetro económico es uno de ellos (y muy poderoso por cierto), la realidad es que cuando hablamos de sanidad pública pesa el legislador y pesa el político.

    Pesa el legislador porque y a pesar de que existen centros sanitarios que de per se, en un contexto privado serían insostenibles, dice que dentro dels sitema público todos los ciudadanos tienen derecho a una asistencia sanitaria digna… y esto hace que se invierta en centros de salud y hospitales situados en zonas despobladas y remotas, y que la ratio coste / beneficio, mirada desde una óptica exclusivamente económica sea más que dudosa.

    Desconozco el caso de Donosti, pero viendo como van las cosas, quizás desde Osakidetza se ha querido enviar un mensaje (político) de austeridad y creación de nuevos puestos de trabajo (por el ahorro del margen que cualquier empresa privada aplica a los productos que vende) que no porque la apertura de este nuevo servicio pueda aportar un plus de calidad o rapidez que el equipamiento privado no pueda dar.

    En cualquier caso, me gustaría un montón ver el cuadro de amortización a 5 años vista que pueda justificar esta decisión.

  8. Los que defendemos siempre la opción pública lo hacemos desde el inicio. Es decir, que no se debe dar el caso de "pasar de lo privado a lo público". Lo público debe hacerse antes. Quizá ahora salga más económico dejarlo como está que montar una unidad nueva, pero en el inicio seguro que no fue así (porque si no, la empresa privada no la habría montado)

  9. No hablaba de números, hablaba de decisiones. Y como dice el Maño, el tema es que la sanidad es moneda de cambio en politica.

    Ejemplos hay muchos, pero por ejemplo alguno de los nuevos hospitales abiertos por el SESCAM no tenían ningún sentido desde el punto de vista sanitario. Otra cosa es la necesidad política o de presión social…

    Las decisión más relacionadas con diagnostico y tratamiento son diferentes (de un medicamento a otro, de una tecnología a otra). Pero incluso en esos casos, saber que cuesta y que se consigue, es fundamental. Al menos como información de cara a una adecuada toma de decisiones.

    Pero muchas veces pesa mas a la hora de decidir, la presión de la industria o la comodidad de la medicina defensiva que la sostenibilidad (terrible palabra) del sistema.

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