Más solo que la una

Una de nuestras máximas en el día a día ante una situación que se complica suele ser: si trabajamos en la misma organización, seguramente nos enfrentaremos a los mismos problemas. En el ámbito de la gestión sanitaria, con normas comunes, culturas similares y organizaciones casi idénticas, debería ser así. Y es cierto, suele serlo: la piedra que nos encontramos en el hospital A coincide con la del hospital B, y seguramente su solución también nos será útil a nosotros.

Pero todo este mundo idílico tiene su zona tormentosa, y es que el intercambio de esa información depende de personas. Y en el mundo real, cada profesional es un universo diferente, en galaxias de miedos y deseos radicalmente opuestas. Lo normal sería que en la misma organización se comparta la información pero aún hay gente (cada vez menos) que piensa que toda la información es poder y que ser el primero en resolver una situación tiene premio. Y prefiere no decir nada, o esperar a que el otro se estrelle, incluso aunque vayamos todos en el mismo barco o con un rumbo común.

Algo parecido, pero relacionado con médicos, cuenta Emma Halls en el British Medical Journal en una columna titulada “Where are the clinicians when you need them?“. Y claro, los médicos son exactamente iguales al resto de profesionales, que en todas partes la “cocción de habas” está a la orden del día.

Emma cuenta un proyecto que ha estado liderando con pacientes y profesionales sobre cáncer de prostata para detectar problemas en los tratamientos, y mientras con los pacientes y sus asociaciones no tenía problemas para obtener información, con los médicos todo fue diferente. Bajas tasas de respuesta a las solicitudes de información, reuniones con solo un médico (de más de 20 invitados), colaboración mínima… Y eso que Emma trabaja en una Fundación dedicada a promover la investigación en ese campo.

¿Problemas de incentivos? ¿Pereza? Como dice la autora, ¿acaso lo sabes todo de tu propia entorno y tienes todas las respuestas? Como curiosidad, y sin basar nuestras afirmaciones en ningún estudio, nos atrevemos a decir que los profesionales que suelen usar las redes sociales (blogs, twitter, facebook, redes con pacientes, etc) son mucho más propensos a compartir información y participar en todo tipo de actividades relacionadas con mejoras, calidad, seguridad, etc. Al final, la cultura 2.0 tendrá muchas más implicaciones de las que creemos.

En resumen, el problema no es el exceso de información, sino la falta de comunicación. Y algunos, como se suele decir por ahí, quieren ser los más ricos (en información claro está) del cementerio. Suma y sigue.

Ayúdanos a conjugar el verbo: yo comparto, tu compartes, él comparte…

11 comentarios en “Más solo que la una”

  1. El conocimiento es patrimonio de todos, nadie debe pensar que es propiedad suya. Regalarlo es lo mejor que podemos hacer. Afortunadamente creo que la mentalidad va cambiando en este sentido y la red es el mejor ejemplo.

  2. Ese concepto de la información como coto cerrado está desfasado. El problema es que, como bien dices, el que piensa como nosotros ya está en las redes sociales, lo difícil es traer al que sigue anclado en otra forma de hacer.

  3. El miedo es una de las características de los seres humanos.

    Compartir significa exponerse, hay que ser muy seguro para hacer eso.
    En las redes hay de todo, hay gente que tiene miedo a decir quien es, donde trabaja …. este es un mundo nuevo, sin explorar, hay que tirarse al agua y no sabes bien que pasará.
    La mentalidad va cambiando, poco a poco.

  4. El lema "la información es poder" está desfasado. El verdadero poder está en "compartir la información". Lo malo es que hay personas que todavía no se han dado cuenta porque nunca han probado.
    Las personas que comparten su conocimiento en internet lo hacen porque ya tienen una tendencia a hacerlo y saben que ello les enriquece. Puede, incluso, que tengan que buscar medios externos a la organización para hacerlo porque la estructura de la misma no favorezca esos intercambios de información.
    Me ha gustado mucho este post. Enhorabuena!

  5. Creo que el problema que se comenta en el blog es uno de las principales debilidades del sistema… Me gustaría decir que ocurre poco, pero queda un poso muy grande.

    Gracias a todos

  6. Pues me parece que esto es como el uso de la tecnología, mientras que los que estamos por este mundillo 2.0 estamos habituados al uso de la tecnología y vemos ventajas y también estamos habituados al compartir conocimiento en el resto de la sociedad esto no esta tan difundido.

    Y no nos engañemos a día de hoy la sociedad 2.0 es mucho menos que la 1.0

    Yo creo que la mayoría de la gente tiene esa visión de "Información es poder" y si la comparto pierdo ese poder

  7. Juana, trabajo en el Servicio Médico de una Empresa con más de 100 centros (cada uno con su Servicio Médico), y no hay dos donde se trabaje igual, todo el mundo aspira a su medallita. ojalá te leyeran un poco.

  8. En muchas ocasiones también se tiene miedo de comentar algo que pueda ser erróneo. Las palabras se las lleva el viento, pero lo escrito no, por lo que mucha gente prefiere no opinar o escribir algo que puede llegar a ser público.

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