Twitter, ciudadano y salud: estrategias de actuación

Dicen que twitter refleja claramente la realidad de un amplio grupo de ciudadanos. Gente que escribe sobre su día a día, sobre su trabajo, sus momentos de ocio, música o cine, y por supuesto sobre sus preocupaciones, actitudes, comportamientos y hábitos en relación con la salud. Nada es fiable al 100% pero las tendencias siempre son útiles para conocer por donde va la opinión pública, y en salud también es necesario tenerlos en cuenta.

Nos tropezamos gracias a Science Roll con un reciente artículo publicado en American Journal of Infection Control y titulado “Dissemination of health information through social networks: twitter and antibiotics“.

En el artículo, se analiza el uso de antibióticos en base a lo que escriben los usuarios de twitter en sus actualizaciones. Para conocer los malentendidos o incluso los usos erróneos de los antibióticos, se analizó el uso en el mismo tuit de diversas combinaciones de palabras, detectándose que las más comunes fueron antibiótico + resfriado y antibiótico + gripe. De los 1000 tuits analizados que contenían la palabra “antibiótico“, en 345 aparecía también la palabra “gripe” y en 302 la palabra “resfriado“.
Las reflexiones que nos genera este artículo son diversas:

– Tal vez sería interesante una escucha activa por parte de la administración sanitaria de los comentarios en redes como twitter. ¿Son tendencias fiables? Lógicamente reflejan la opinión de un grupo de ciudadano con acceso a internet y, más concretamente a las redes sociales. Pero, ¿son significativos como grupo respecto del total de la sociedad?
– Otra alternativa sería desarrollar herramientas de análisis social específico para temas sanitarios. ¿Tal vez una especie de google flu trends con twitter para salud? ¿Es caro? ¿Y rentable?
– ¿Que grado de fiabilidad tienen este tipo de comentarios? ¿Que grado de mentiras y verdades hay en las redes sociales?
– La intervención activa por parte de la administración sería interesante para generar confianza en el usuario, resolver dudas en tiempo real (monitorizando palabras clave) y realizar campañas de promoción de la salud. ¿Generaría desconfianza?

Lo bueno (y lo malo a la vez) es que casi todo está por hacer. El primer paso: empezar a tener en cuenta las redes sociales como reflejo de la realidad de una parte de la población. Si la estrategia de intervención de la Administración no incluye la web 2.0 como una herramienta potente en la comunicación y promoción de hábitos saludables, poco podremos hacer.

Nota final: hemos encontrado una magnífica guía titulada “Social media metrics and ROI. A guide for health marketers of life science companies, hospitals and public health organizations“. Descarga gratuita en este enlace.

La foto es de kingkong21.

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