Madrid, Madrid, Madrid


Madrid sigue lanzándose a realizar experimentos sanitarios de futuro incierto. Tras el debate en la Asamblea a través de la Comisión de Estudio del funcionamiento de los diferentes sistemas de gestión de servicios sanitarios públicos (se pueden leer todas las comparecencias en este documento recopilado por la revista e-Ras), la idea original que ya se barajaba a principios de año de crear un área única que incluye todo el territorio de la Comunidad de Madrid se materializó en el Boletín oficial de la Comunidad de Madrid del pasado 18/11/2009.

La norma que soporta la pesada carga de transformar la sanidad madrileña es la

Ley 6/2009, de 16 de noviembre, de Libertad de Elección en la Sanidad de la Comunidad de Madrid. Una ley que busca “regular el ejercicio de la libertad de elección de médico de familia, pediatra y enfermero en atención primaria y de médico y hospital en atención especializada, con excepción de la atención domiciliaria y las urgencias“, y que tras unas premisas básicas, deja todo su desarrollo a una norma reglamentaria de la que depende todo, ya que se trata de una ley bastante parca en cuanto a la descripción del procedimiento.

La Comunidad de Madrid es la primera que aparca los principios de planificación sanitaria de la

Ley General de Sanidad y crea un área única que supera, lógicamente, los 250000 habitantes que la citada Ley establece como máximo para cada área. ¿Rebeldía? ¿Entrar en arenas movedizas? Tal vez esperar al Pacto por la Sanidad y elaborar reformas basadas en lo que se acuede en dicho Pacto, o elaborar algún documento con recomendaciones oficiales con el visto bueno del Ministerio de sanidad y Política Social (¡que aún existe!), o no dejarse llevar por reformas basadas en powerpoints sin análisis elaborados de base.

Al menos, ya que empiezan un largo y difícil viaje en solitario, que tengan suerte los gestores sanitarios en esta nueva ruta. Nuestra duda es si las Comunidades Autónomas que sueñan con un cambio en su sistema sanitario, optarán por esperar, por seguir a Madrid o por lanzarse a hablar, decidir y coordinar.

Esta canción viene muy bien en estos temas:

1 comentario en “Madrid, Madrid, Madrid”

  1. Miguel Angel:
    Lo de Madrid se ha hecho muy mal, y tiene muy mal pronóstico, si nadie lo remedia:

    1-no se ha contado para nada con los profesionales ni con sus ideas.

    2-No existe un modelo analizado, ni una estrategia de cambio que responda a un cambio justificado, por argumentos que no sean otros que los puramente economicistas. La economía de escala ha sido el leivmotiv de todo el proceso. Poca o nula Gestión Basada en la Evidencia

    3-Hay un posicionamiento contrario único, sin precedentes, que ha conseguido unificar en un mismo bando a todo tipo de asociaciones, sociedades, sindicatos, partidos (menos el del gobierno, claro)

    4-Se descapitaliza la AP, concediendo un claro protagonismo a la AE, en la gestión central y periférica, en lo presupuestario. Casi te diría que AP no existe para la actual consejería, porque funciona muy bien con la inercia de los buenos profesionales con que se cuenta.

    5-Los que toman decisiones, conocen muy poco el medio. Algunos han trabajado en el, pero se responde a una clara consigna política que preocupa, por la invasión continua y acelerada de puestos de gestión profesional por parte de personas con subordinaciones políticas.

    6-Se ha buscado una cortina de humo vendiendo las supuestas ventajas de la libre elección. Ha sido una estrategia política muy hábil, para encubrir todo lo demás.

    7- Existe un riesgo real de fractura entre los profesionales asistenciales y los gestores. La Dirección por Objetivos es casi imposible en un modelo donde los líderes naturales brillan por su ausencia en la gestión, y los profesionales no se identifican con quienes los dirigen. Además, se desconfía de muchos directivos, que no han demostrado una trayectoria seria que respalde su rol gestor en la AP.

    8-Cualquier crítica costructiva al cambio ha sido rechazada por una consejería que ha puesto de moda lo de "gobernar sin complejos", ignorando las críticas por considerarlas atáques en una suerte de manía persecutoria persistente.

    9- Un conjunto de políticos que por su gregarismo, cada vez tienen una perspectiva gestora más empobrecida.

    10-Hay muchos intereses privados que actuan como lobby en la trastienda, asesorando o promoviendo fórmulas gestoras con un claro interés particular de beneficio.

    11- Si hubiera alguna ventaja económica del nuevo modelo propuesto, el horizonte temporal que la justifica es a muy corto plazo, y desde una perspectiva que no tiene en cuenta los costes derivados de las pérdidas sociales, costes indirectos y sanitarias generados por el empeoramiento progresivo de la AP.

    Malos tiempos…

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