Esto lo ví publicado un día en un periódico, lo llevo en mi cartera desde entonces, probablemente más de 20 años:
“Al entrar en el Infierno, contaba Dante, se le decía a los condenados que abandonasen la esperanza. Diabólica mentira. La esperanza no se pierde por entrar en el infierno. Se entra en el infierno por haber perdido la esperanza.”
Perder la esperanza o no, es nuestra decisión, entrar en el einfierno o no, también es nuestra decisión y, nuestra responsabilidad.
Recientemente he hablado de la perdida de ilusión por la profesión en mi blog, pero en mi caso de mi gremio, el de los profes de secundaria. Y tb llegué a la misma conclusión. Nada es imposible.
Esto lo ví publicado un día en un periódico, lo llevo en mi cartera desde entonces, probablemente más de 20 años:
“Al entrar en el Infierno, contaba Dante, se le decía a los condenados que abandonasen la esperanza. Diabólica mentira. La
esperanza no se pierde por entrar en el infierno. Se entra en el
infierno por haber perdido la esperanza.”
Perder la esperanza o no, es nuestra decisión, entrar en el einfierno o no, también es nuestra decisión y, nuestra responsabilidad.
Recientemente he hablado de la perdida de ilusión por la profesión en mi blog, pero en mi caso de mi gremio, el de los profes de secundaria. Y tb llegué a la misma conclusión. Nada es imposible.
saludos